Nota de COAG
Los ataques de especies animales salvajes a la ganadería, lobos o perros asilvestrados, o los destrozos que ocasionan en tierras de laboreo jabalíes y corzos, están siendo cada vez más numerosos, provocando graves pérdidas económicas para los agricultores y ganaderos. Ante este grave problema, el sector agrario se encuentra con la pasividad por parte de las Administraciones que hacen caso omiso a la reclamación de una mayor protección y ayudas para hacer frente a las pérdidas.
En este contexto, COAG considera que las especies silvestres no pueden suponer una presión incontenible contra la cada vez más deizmada población rural, especialmente agricultores y ganaderos. En este sentido, Juan José Menéndez, responsable Estatal del Área de Fauna Salvaje de COAG, «apunta que esta situación pone en peligro el sistema tradiconal de aprovechamiento extensivo de pastos, especialmente compatible con el medio ambiente, supone el abandono de explotaciones familiares y la sustitución de éstas por otras de tipo industrial, lo que redunda en efectos muy perjudiciales para el medio rural».
El progresivo despoblamiento de las zonas rurales y la alarmante pérdida de activos agrarios debe preocupar seriamente a la sociedad, no sólo por razones sociales, económicas y culturales, sino también por cuestiones medioambientales. COAG defiende que la preservación de las especies faunísticas sea compatible con una actividad agrícola-ganadera racional y sostenible que genera actividad económica, riqueza, fijación de población en el medio rural y preservación del medio ambiente. No puede considerarse a la actividad agrícola y ganadera un peligro para la preservación de las especies ya que lejos de suponerlo, la labor de agricultores y ganaderos es garante de un mundo rural vivo y sostenible.
Para resolver esta problemática el Área de Fauna Salvaje de COAG propone:
Que las Administraciones públicas asuman en su totalidad la indemnización de daños provocados por la fauna salvaje en todo el conjunto del Estado Español.
Nuestra organización considera inútil el marco actual fomentado por las Administraciones y basado en los seguros sobre todo en ganadería , para compensar los daños, obligando a ganaderos a responsabilizarse de la suscripción y la burocracia derivada de dicho seguro y a abonar una parte del mismo, al tiempo que la cuantía de las indemnizaciones por daños es claramente insuficiente
Así mismo, es preciso que la política de indemnizaciones por daños, establecidas en Espacios Naturales y Reservas de Caza se amplíe a un espacio periférico suficientemente amplio en el que las ayudas e indemnizaciones se ajusten al grado de presión e incidencia de los daños que la fauna silvestre propia del Espacio o reserva ejerza sobre dichas zonas periféricas.
Es preciso un control riguroso sobre las especies silvestres y animales asilvestrados evitando una indebida proliferación con el fin de minimizar los daños que causan en las explotaciones agrícolas y ganaderas
COAG