La situación de los sectores ganaderos, especialmente la de los productores de porcino, vacuno de carne y ovino-caprino, muy importantes en la Región de Murcia, se ha agravado aún más en las últimas semanas con las nuevas subidas del precio de los piensos y la tendencia a la baja de los precios en origen. En estos momentos peligra la viabilidad de 400.000 pequeñas y medianas explotaciones ante la imposibilidad de trasladar el aumento de los costes a los precios de venta; la cifra de pérdidas se eleva ya hasta los 2.500 millones de euros.
Las propuestas presentadas por el Ministerio el 22 de noviembre de 2007 han quedado en papel mojado. El MAPA sigue sin dar una respuesta real y eficaz a la creciente crisis. A fecha de hoy, no se han desarrollado ninguna de las medidas planteadas que, por otra parte, resultaban muy limitadas ya que dejaban al margen al 80% de los sectores ganaderos en crisis.
El Plan Integral para el sector del ovino, que se ha venido discutiendo desde enero de 2007, está paralizado y deja fuera de las líneas de ayuda al ovino- caprino de leche. Respecto a los préstamos bonificados, el Ministerio no ha desarrollado ningún tipo de acuerdo coordinado con las CC.AA. desconociéndose hasta el momento el volumen destinado a esta medida, los tipos de interés, la bonificación de los mismos, los años de amortización, etc.
Además, el Gobierno no ha impulsado acción alguna para la exención de los pagos a la Seguridad Social ni tampoco ha iniciado ningún proceso de evaluación, junto con las administraciones regionales, del actual sistema de la retirada de cadáveres y la eliminación de los MER de las explotaciones para eliminar su coste para el ganadero.
En el tema de la fiscalidad, no se ha adoptado ninguna medida para el ejercicio fiscal 2007 y las reducciones para el 2008 dejan fuera a sectores especialmente castigados como el ovino-caprino de leche, el vacuno de carne y el avícola.
Por otra parte, las ayudas de mínimis, que la UE permite conceder a los Estados Miembros con un límite de hasta 7.000 euros por explotación, no han sido ni activadas ni comprometidas por parte el Ministerio en cuestión. Mucho más lejos quedan aún las reivindicaciones de COAG en torno a una Ley de márgenes comerciales y a la potenciación del observatorio de precios y de costes de producción, actuaciones necesarias para conseguir una adecuada regulación de los mercados y evitar los abusivos márgenes en la cadena agroalimentaria que arruinan al productor y asfixian al consumidor.
Por último, nada se vislumbra respecto a la modificación de la Ley de Interprofesionales, como la de contratos agrarios y de integración, ni tampoco de la reiterada exigencia del doble etiquetado de los alimentos, todo lo cual permitiría que la formación de los precios fuera más favorable tanto a los ganaderos como a los consumidores.
COAG