En el año 1988 se aprobó el cultivo del maíz Mon 810 en la UE. Francia lo ha prohibido aplicando la cláusula de salvaguardia, por la que cualquier país puede oponerse si dispone de nueva información de que un cultivo transgénico constituye un riesgo para la salud humana o el medio ambiente.
El Gobierno Francés ha tomado esta decisión después de consultar con el comité científico del país vecino, que ha emitido un informe aportando nuevos datos hasta ahora no tenidos en cuenta, por lo que no deja de ser curioso que precisamente en España se estén cultivando en torno a 75.000 Ha de maíz genéticamente modificado, siendo precisamente el Mon 810 el más utilizado.
En la misma línea se ha pronunciado el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Estavros Dimas, que ha propuesto la prohibición de dos maíces transgénicos por los posibles riesgos sobre el medio ambiente. No deja de ser curioso que pese a la opinión de la propia UE en las negociaciones en la OMC, y la opinión de la mayoría de la población en la propia UE, tengamos que tragar transgénicos a la fuerza saltándose todo principio de precaución.
Es por ello que, desde COAG Murcia, pedimos se escuchen los argumentos que están puestos sobre la mesa en un informe firmado por más de 300 investigadores y representantes de la sociedad civil de este país sobre las aplicaciones de la biotecnología en la modificación genética de plantas, ante la amenaza que representa para la agricultura, la democracia y el medio ambiente.
COAG Murcia