La Comisión Europea pretende mejorar las condiciones de acceso al mercado comunitario de las producciones de los países que forman parte del bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y para ello estudia una rebaja del 60% de los aranceles. Tal y como ha señalado el propio Parlamento Europeo, esta situación desestabilizaría el mercado interno comunitario, poniendo en serio peligro la viabilidad de las explotaciones ganaderas europeas. “Con el nivel arancelario actual, los bajos precios en origen se ven parcialmente compensados al llegar a su destino.
Con la reducción propuesta, nuestros ganaderos no podrían competir con los bajos costes de un modelo de producción exento del cumplimiento de las exigencias europeas en materia sanitaria, medioambiental, laboral, bienestar animal o trazabilidad, de obligado cumplimiento para los productores de la UE”, ha puntualizado Jose Luís Iranzo, responsable de Producciones Ganaderas de COAG.
Mercosur es uno de los mayores productores mundiales de productos agrarios y un exportador de neto de materias primas agrícolas. La UE es el primer mercado para las exportaciones agrícolas del Mercosur, al que se dirigen el 25% de los productos agrícolas exportados por el bloque. En el caso concreto del vacuno de carne, el 80% de las compras de la UE a países terceros proceden de Mercosur. En carne de pollo, la cifra se sitúa por encima del 60%.
Según las estimaciones realizadas por los Servicios Técnicos de COAG sobre la base de los datos de producción del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, un posible acuerdo en los términos citados anteriormente supondrían unas pérdidas anuales de entre 1.800 y 2.100 millones de euros para el sector de vacuno de carne en España. En el caso del sector avícola, las pérdidas serían alarmantes. También se verían seriamente afectados sectores como el porcino, remolacha azucarera y determinadas frutas y hortalizas (melón y cítricos), tanto en fresco como transformados.
Ante el nuevo contexto internacional, COAG ha pedido de forma reiterada en Bruselas que la UE abandone de una vez por todas sus estrategia suicida en torno a los acuerdos comerciales con terceros países, criticados duramente en los últimos informes de la Eurocámara. “Garantizar una alimentación en cantidad y calidad suficiente a los 500 millones de europeos pasa por salvaguardar los intereses de los agricultores y ganaderos comunitarios. En el caso concreto de Mercosur, una mayor liberalización aumentará nuestra dependencia de las importaciones y de las condiciones climáticas o decisiones políticas en esos países, con lo que se pondrá en juego el abastecimiento alimentario de la UE, no sólo en carnes sino también en cereales y soja para la alimentación de nuestro ganado.”, ha alertado Iranzo.
COAG