Cobre Las Cruces externaliza en AGQ su Laboratorio de control

La mina está ubicada en Gerena, a unos 20 kilómetros al norte de Sevilla, y pertenece en un 70% a Inmet Mining Corporation con base en Toronto, Canadá y en un 30% a Leucadia National Corporation, compañía estadounidense. La planta de procesamiento recuperará cobre metal a través de un proceso hidrometalúrgico (lixiviación), el cual, evita los problemas de contaminación de la emisión de gases del proceso tradicional de fundición. Este tipo de tecnología esta comprobada y desarrollada en la mayoría de los países productores de cobre, como Chile, México, Australia y Estados Unidos.

AGQ, Centro Tecnológico agroalimentario y medioambiental, ya lleva dos años colaborando con este proyecto en todo lo concerniente a controles medioambientales (toma de muestras y análisis de aguas, suelos, etc.). Con este nuevo paso, la empresa minera confía a AGQ la implementación y gestión de su Laboratorio de control.

Un Laboratorio, actualmente en fase de construcción, que, a partir de marzo próximo, tendrá unas 30 personas trabajando por turnos los 365 días del año y cuyo objetivo será el de verificar la riqueza y calidad de los cátodos de cobre, así como el control de todos los procesos intermedios de extracción. Concretamente, por una parte se llevará a cabo el análisis y control de trazas de metales y, por otra parte, se realizará un control de aguas tanto aquellas involucradas en los procesos productivos como las residuales.

La riqueza del cobre se obtiene de un exhaustivo sistema de control de todos los procesos, partiendo inicialmente del análisis químico de los minerales extraídos y las soluciones de lixiviación y extracción con disolventes orgánicos y finalizando con un proceso de reducción muy específico, con el cual se produce cobre metálico con el mayor grado de pureza del mercado.

Doble reutilización de agua

Por otro lado, AGQ está realizando un estudio para la valorización del efluente depurado generado por el proceso industrial hidrometalúrgico de la planta de CLC, para darle un uso agrícola. El objetivo es aprovechar un recurso escaso como es el agua en el sur de España y, a la vez, reducir, aún más, su vertido al río Guadalquivir. Para ello AGQ ha simulado el efluente que se va a generar cuando la industria esté en funcionamiento y está estudiando, mediante el control analítico de lixiviados a diferentes profundidades, la reacción que aquel tendría en el suelo tipo colindante a la zona minera, con la idea de aprovechar el mismo para usos con impacto económico positivo para la zona y nulo impacto medioambiental. El agua que emplea CLC para dicho proceso industrial proviene de la EDAR de San Jerónimo (Sevilla), por lo que la reutilización sería doble: agua residual urbana para su uso en el proceso industrial y agua industrial para uso en agricultura.

AGQ

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