Codex Alimentarius: 40 millones de dólares para que los países pobres participen

El Codex Alimentarius establece normas de alimentación para proteger la salud de los consumidores y garantizar prácticas correctas en el mercado alimentario.

El Proyecto y Fondo FAO/OMS para potenciar la participación en el Codex tendrá una vigencia de 12 años, según las previsiones, y ya ha recibido sus primeras aportaciones por parte de Suiza.

La Comisión del Codex Alimentarius (CAC) se estableció en 1963 por la FAO y la OMS, y en la actualidad cuenta con 168 países miembros.

Dado que el CAC fija las normas internacionales de seguridad alimentaria y de comercio, su importancia es fundamental tanto para los países desarrollados como para aquellos en desarrollo. Sin embargo, muchos países en desarrollo, particularmente los más pobres, no han participado plenamente en las reuniones y grupos de trabajo del CAC debido a su coste.

El nuevo fondo fiduciario fomentará la participación de unos 120 países en desarrollo y en proceso de transición a las economías de mercado en los trabajos de la Comisión.

El fondo ayudará también a los reguladores y a los expertos de alimentación de todo el mundo y de todos los sectores a fijar normas internacionales y potenciará su capacidad para establecer reglas eficaces de seguridad y calidad alimentarias, ambas en el marco del Codex Alimentarius, y para elaborar sistemas eficaces de seguridad alimentaria en sus propios países.

Durante la presentación en Ginebra, en la sesión extraordinaria del CAC, Gro Harlem Brundtland, Directora General de la OMS, afirmó: «Creemos que mediante su mayor participación en el Codex, los 168 países miembros podrán crear y gestionar con eficacia sus normas alimentarias y sus sistemas de seguridad. Esto permitirá a todos los miembros del Codex mejorar la calidad y seguridad alimentaria nacional y comercializar mejor sus productos en el mercado internacional».

En un mensaje en vídeo, Jacques Diouf, Director General de la FAO, declaró: «Los países en desarrollo han dicho a menudo que encuentran difícil tomar parte en el Codex y hacer oír su voz. Debido a los recursos limitados, los gobiernos en estos países no siempre pueden conceder a las actividades del Codex la alta prioridad que merecen. Esto tiene que cambiar. Todos los países, sobre todo los países en desarrollo, necesitan participar plenamente en el debate internacional y diseñar políticas comerciales y de seguridad alimentaria».

Tom Billy, Presidente de la Comisión del Codex Alimentarius dijo: «En el nombre de la Comisión, doy la bienvenida a esta nueva iniciativa, que se enmarca en nuestro marco estratégico y contribuirá a que todos sus países miembros colaboren para que el Codex represente cada vez más una respuesta a las necesidades del mundo actual».

Las normas de seguridad alimentaria han adquirido una importancia creciente en los últimos años, a raíz de las crisis en este sector que han atravesado muchos países, como la de la enfermedad de las vacas locas, la contaminación de piensos animales con dioxina y la contaminación con listeria de productos lácteos y alimentos preparados, entre otros.

Las normas alimentarias adecuadas, si se aplican convenientemente, sirven para salvaguardar la salud de los consumidores. Su ausencia, o su aplicación inadecuada, puede traducirse en la difusión de graves enfermedades de origen alimentario, subrayan FAO y OMS. Equiparar las normas alimentarias redunda también en beneficio de un sistema comercial con base reglamentaria segura y no discriminatoria que favorezca al sector agrario y fomente el desarrollo en general.

FAO

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