También contempla la puesta en marcha de un diálogo político de forma regular e incluye la cláusula de derechos humanos. Asimismo, se prevé una cooperación económica cuyo objetivo es alcanzar un desarrollo sostenible duradero en Argelia y la puesta en marcha de una cooperación financiera para modernizar las infraestructuras económicas, promover la inversión privada y la creación de puestos estables de trabajo.
El acuerdo incluye cláusulas muy específicas sobre los asuntos de justicia e interior; en concreto sobre el control y prevención de flujos de inmigrantes ilegales, sobre el crimen organizado, lavado de dinero, racismo, xenofobia, drogas y lucha contra el terrorismo.
En su exposición de motivos, Obiols resalta los esfuerzos de la sociedad civil para salir de la crisis que asola el país desde hace más de una década, tanto social, debido al terrorismo integrista, como económica debida, en gran parte, a la herencia del sistema de economía centralizada en régimen de partido único, con un paro de más del 30%. También señala el ponente que Europa cuenta con más de tres millones y medio de inmigrantes de origen argelino.
El procedimiento de dictamen conforme implica que la opinión del Parlamento es vinculante. La Cámara puede aprobar o rechazar el acuerdo pero no puede introducir enmiendas.
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