La liberalización del comercio puede dañar a las economías vulnerables, como la de los quince países del Caribe (CARICOM/CARIFORUM) que, con 23 millones de habitantes, ven la amenaza de perder sus mercados tradicionales y protegidos, que en general están mal equipados para competir a nivel mundial.
El proyecto, “Promover la seguridad alimentaria del CARICOM/CARIFORUM”, que estaba pensado originalmente para cuatro años, se ha extendido otros tres, hasta 2010. Italia, que proporcionó los fondos iniciales de unos 5 millones de dólares EE.UU., dedicará otros 3,3 millones de dólares para la segunda fase.
Acuerdos comerciales y negociaciones
El proyecto incluyó la realización de numerosos talleres de trabajo, seminarios y pruebas sobre el terreno en áreas como los sistemas de irrigación, el control de plagas, la gestión post-cosecha, políticas comerciales y normas alimentarias. El objetivo era el de ayudar a los campesinos, técnicos y operadores locales e incrementar la producción y comercialización de productos agrícolas.
Un aspecto innovador del proyecto es que enfoca la cuestión de mejorar la seguridad alimentaria no solo desde el punto de vista de la producción, si no también desde una perspectiva crucial de política y estrategia comercial.
Por ello, los participantes locales a nivel institucional también recibieron formación sobre cómo prepararse y participar en negociaciones comerciales bilaterales y multilaterales, con especial énfasis en el acceso a los mercados y la competitividad. Se ofrecieron directrices específicas sobre las políticas comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los efectos potenciales de la liberalización en el marco de las negociaciones de la Ronda de Doha.
El proyecto incluyó la realización de un estudio en profundidad: “Política comercial agrícola y seguridad alimentaria en el Caribe”, centrado en los problemas específicos de política comercial a los que se enfrentan los países del CARICOM, con economías con una base muy estrecha y basada en tres productos principales: azúcar, bananas y arroz.
El estudio diseña estrategias que permitan la diversificación en nuevos productos a través de mecanismos que deben ser negociados en el marco de la OMC, al tiempo que aborda la cuestión de mejorar la inocuidad y calidad de los alimentos para garantizar una mayor penetración en los mercados de los países desarrollados y de otros países en desarrollo.
El estudio fue realizado gracias a una asociación entre la FAO y una institución científica italiana, el INEA (Istituto Nazionale di Economia Agraria)
Particularmente vulnerables
Las economías de los países caribeños son especialmente vulnerables ya que se encuentran limitadas por el aislamiento geográfico, la escasez de tierras agrícolas y los riesgos asociados a la climatología, como los huracanes. Todo ello tiene consecuencias negativas en la seguridad alimentaria.
Estos problemas se ven agravados por el tamaño reducido de sus mercados domésticos, que impide sostener la producción de los campesinos locales. Las exportaciones, junto con el turismo, representan la mayor fuente de ingresos y empleo en el grupo de países que forman el CARICOM/CARIFORUM y son vitales para la supervivencia de su economía.
La liberalización del comercio no se reflejará en mayor desarrollo rural y seguridad alimentaria a menos que los productores y comerciantes locales reciban ayuda que les permita aprovechar las nuevas oportunidades que esta liberalización les ofrece, según el estudio citado.
Los países incluidos en el proyecto son los pertenecientes al CARICOM (Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Grenada, Guyana, Haití, Jamaica, St. Kitts y Nevis, Santa Lucia, Saint Vincent and Grenadines, Surinam, Trinidad y Tobago) y la República Dominicana.
FAO