Nota del MAPA
La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa intervino el pasado lunes en el Foro Nueva Economía, donde abordó la innovación de la industria de la alimentación y bebidas en España, destacando el compromiso del Gobierno en el fomento de la competitividad del sector agroalimentario español y sus empresas, como un objetivo prioritario e irrenunciable, mediante el apoyo a la innovación y a la política de investigación y desarrollo.
Frente al reto que para las empresas supone la existencia de unos mercados maduros con una fuerte competencia entre los operadores, Elena Espinosa ha señalado la necesidad de plantear una actitud estratégica y una continua orientación hacia el entorno, para conseguir una «excelencia empresarial» a través del diseño de una planificación estratégica que coordine todos los esfuerzos para maximizar la eficiencia y la eficacia empresarial.
Esa planificación permitiría responder a retos como la adecuación a las necesidades del consumidor, la inversión en bienes inmateriales, especialmente desarrollando una política de I+D+i, la internacionalización, la mayor dimensión de las empresas y el fomento de un proceso de mejora continua en la formación de los cuadros directivos.
En relación con la política de Investigación y Desarrollo, la Ministra ha indicado que en España únicamente el 37 por ciento del personal dedicado al I+D se ubica en las empresas, y de ellos, sólo el 2,6 por ciento trabajan en la Industria Agroalimentaria, y el 0,7 en la agricultura o ganadería, señalando que es a este capítulo al que se han destinado cantidades importantes dentro de los Presupuestos Generales del Estado para 2007.
En concreto, en el caso del Ministerio de Agricultura Elena Espinosa ha destacado, entre otros aspectos, el Programa de Investigación y Desarrollo de la Sociedad de la Información, que contará con una dotación de 6,25 millones de euros, un 25 por ciento más que en 2006; los Centros Tecnológicos para la mejora de la competitividad que dispondrán de 11,35 millones de euros, lo que supone un incremento del 22,7 por ciento con respecto al año en curso, o las acciones de innovación tecnológica en la agricultura, incluido el Plan Renove, a las que se destinan 21,07 millones de euros, lo que supone un aumento del 10,5 por ciento frente a 2006.
Otros de los aspectos señalados han sido la financiación del Convenio con la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para la mejora de la competitividad y la modernización de las industrias al que se destinarán 2,55 millones de euros y la investigación pesquera, con un importe de 29,4 millones de euros, lo que supondrá en total una aportación de 70,6 millones de euros, cifra superior en un 11,2 por ciento a la que se destinó con la misma finalidad en el presupuesto de 2006.
En su intervención la Ministra ha subrayado también la necesidad de aumentar la innovación tecnológica en sus diversas formas, tanto en la Investigación y Desarrollo, como en la creación de nuevos conceptos de comercialización, pasando por la adaptación de procesos de producción, la explotación de nuevos nichos de mercados o la utilización de nuevos enfoques organizativos.
Elena Espinosa ha desglosado estos conceptos indicando que la innovación de procesos aumenta la productividad de los factores de producción y proporciona un aumento de la calidad y la fiabilidad, tal como se ha demostrado en el sector agroalimentario, donde las nuevas exigencias de trazabilidad y las nuevas formas de consumo han permitido desarrollar nuevos procesos productivos con los más altos estándares, y donde las certificaciones de calidad y de medio ambiente se han multiplicado por tres en los últimos cinco años.
En cuanto a la innovación de productos, la Ministra ha indicado que favorece la diferenciación mediante productos competitivos, pudiendo conseguirse más calidad, un mejor servicio y funcionalidades más adecuadas, y en este sentido ha enumerado las cuatro categorías de productos que, tras los análisis realizados por el MAPA, se han consignado como los que han adquirido mayor auge, como son los relacionados con el comercio justo y el respeto al medio ambiente, los funcionales relacionados con la belleza y la mejora del aspecto físico, los que tiene conexión con las funciones cerebrales y los productos para personas con intolerancias a algún ingrediente alimentario.
Entre los productos innovadores Elena Espinosa ha resaltado los relacionados con la Dieta Mediterránea y los platos preparados del tipo Gourmet, con recetas muy elaboradas, incluso por prestigiosos cocineros, y los denominados productos listos para comer, fáciles de transportar y consumir, y en los que se combina la tecnología del embalaje con las formulaciones para proporcionar alimentos, que se consumen en envases autocalentables, en raciones individuales o en los que se combinan diferentes ingredientes en un mismo envase, pero en compartimentos separados.
Así, ha señalado la Ministra, se ha constatado en el Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria del MAPA, que seis de cada diez españoles se fijan en los productos nuevos que salen al mercado, y que el 17 por ciento de los consumidores prueban los productos novedosos en cuanto aparecen, siendo el 48 por ciento el que termina comprando estos productos transcurrido un cierto periodo de tiempo.
Finalmente Elena Espinosa ha repasado las actuaciones que desde el Gobierno, y a través del Ministerio de Agricultura se están llevando a cabo a favor de la competitividad y la innovación de la empresa agroalimentaria, destacando la cofinanciación, junto con el FEOGA, el IFOP y las Comunidades Autónomas de los programas de mejora de las condiciones de transformación y comercialización de los productos agrarios y silvícolas, y de la mejora de la comercialización en destino de los productos de la pesca, que para el periodo 2007 – 2013 contará con una aportación superior a los 200 millones que se destinaron en la programación anterior.
También ha destacado la Ministra la suscripción de Convenios de Colaboración entre el MAPA y los principales agentes de la cadena de comercialización; la realización de estudios que permiten conocer mejor los comportamientos de los consumidores, como es el caso del Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria, el Barómetro del Clima de Confianza Agroalimentaria y el Panel de Consumo, o la creación, a partir de 2007 de una línea de alta formación para gestores de las empresas agroalimentarias, que estará dotada con 500.000 euros.
Otras actuaciones también enunciadas por Elena Espinosa y orientadas igualmente a potenciar la innovación y la competitividad han sido la organización de Seminarios Internacionales sobre comercialización y distribución que, por primera vez en 2007, van a ser financiados en Reino Unido y Japón para que las empresas conozcan de primera mano las tendencias en estos países tan avanzados en este campo; la creación de una línea presupuestaria de ayuda a operadores del sector agroalimentario para el fomento de la competitividad, por un importe de 2,5 millones de euros y las acciones de sensibilización a las empresas de la necesidad de ganar dimensión y de realizar proyectos colaborativos.
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