Comunidad Valenciana: Sector cunícola ocupará lugar primordial en Centro Investigaciones Ganaderas

Nota de AVA
El director general de Investigación e Innovación Agraria y Ganadería, Eduardo Primo, anunció que el futuro Centro de Investigaciones Agrarias de Segorbe dedicará una parte muy importante de sus recursos a la investigación cunícola. Primo hizo estas declaraciones durante la clausura de la Jornadas de Carne de Conejo, Calidad Certificada, que tuvo lugar en la sede de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, destacó durante la inauguración de la jornada la importancia de trabajar en figuras de calidad que den valor añadido a la carne de conejo para superar la crisis de precios ruinosa sufrida por el sector durante 2002 y como fórmula para ofrecer lo mejor al consumidor con las máximas garantias sanitarias.

La responsable de Certifood -entidad de certificación-, Victoria Barrios, a través de su ponencia «Implantación Nacional de la Marca Genérica y Colectiva de Calidad del Sector Cunícola», explicó la iniciativa puesta en marcha por el sector cunícola español, representado por Intercun, consistente en el desarrollo e implantación del Código de Buenas Prácticas del Sector Cunícola -documento actualmente en fase de borrador- y en el que la tarea de Certifood es la certificación del mismo.

«La aparición de diferentes problemas en el sector agroalimentario, ampliamente difundidos por los medios de comunicación, han despertado en el consumidor una mayor preocupación por la seguridad y la calidad alimentaria y, por ello, el sector cunícola se ha puesto manos a la obra en un proyecto cuyo objetivo primordial es el de dar a conocer la carne de conejo a todos los consumidores, así como dejar constancia de que es un alimento sano y seguro», explicó Barrios.

Por su parte, el jefe de Área de Sistemas del AINIA, Roberto Ortuño, dejó patente que el proceso de implantación del Código de Buenas Prácticas del Sector Cunícola no supondrá grandes cambios en cuanto a las prácticas habituales que se llevan a cabo en el proceso de producción. «Lo que sí supondrá es la creación de un sistema documental a través del libro de registro de explotación y la aplicación de un plan de control analítico sobre las distintas fases de producción, desde la granja al matadero, para garantizar la trazabilidad del producto», indicó Ortuño.

Así mismo, para el responsable del AINIA, con la creación de la marca de calidad «Carne de Conejo, Calidad Certificada» las empresas expresarán su compromiso con la calidad y con la satisfacción del consumidor. «La seguridad y la calidad alimentaria deben seguir constituyendo los fundamentos de nuestra línea de trabajo porque es lo que está demandando el consumidor», afirmó Ortuño, para quien «hay que tender hacia productos etiquetados, controlados y certificados».

Bajo el título de «Denominaciones de Calidad en el sector Cunícola», el director del Instituto de Calidad Agroalimentaria, José Vicente Guillem, explicó los diferentes modelos de marca de calidad, europeos o autonómicos, a los que podrían acogerse los cunicultores valencianos.

«Hay seis modelos diferentes, y cada uno exige un nivel distinto de compromiso. El sector debe plantearse hasta qué punto puede llegar. Obviamente, cuanto mayor compromiso, mayor calidad y, por tanto, mayores beneficios», remarcó Guillem, señalando además que «el futuro del sector pasa por acogerse a una denominación de calidad, tanto por asegurar la confianza del consumidor como de cara a las grandes distribuidoras, que en un futuro podrían restringir sus proveedores a sólo aquellos que tengan un nivel de calidad determinado»

Las propiedades alimentarias de la carne de conejo y el proceso de selección para obtener variedades mejores centraron la intervención de Agustín Blasco, catedrático e investigador del Departamento de Producción Animal de la UPV. Según Blasco, la promoción ante el consumidor es importantísima y, en este sentido, el conejo posee la ventaja de contener menor proporción de grasas y colesterol que otras carnes.

Por otro lado, Blasco anunció que tras los resultados de unas pruebas comparativas, se ha comprobado que «los conejos bajo proceso de selección genética no presentan diferencias importantes con los tradicionales, ni a nivel alimenticio ni en jugosidad o terneza». La Universidad fija ahora sus objetivos en conseguir conejos de mayor tamaño y, por tanto, más productivos.

Las jornadas finalizaron con un amplio repaso de los aspectos más destacados de la seguridad alimentaria, es decir, los procesos que permiten certificar que un alimento no es perjudicial para la salud del consumidor. El jefe de Ganadería de la Conselleria de Agricultura, Manuel Láinez, destacó la importancia de los requisitos de calidad, «especialmente por lo que respecta al consumidor, alarmado por las últimas crisis sanitarias.»

En la Comunidad Valenciana existen más de 425 granjas cunícolas, con aproximadamente 250.000 reproductoras, que producen más de 26.000 toneladas de conejo vivo al año, que son transformados en los 10 mataderos que existen en la Comunidad. Somos una de las comunidades autónomas en las que se consume más carne de conejo de la que se produce, dada nuestra tradición culinaria, por lo que completamos la demanda con conejos provenientes de Cataluña.
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