Nota de AVA
El catedrático y director del Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Politécnica de Valencia, José Mª García Álvarez-Coque, considera que la nueva PAC no corrige los desequilibrios territoriales ni de cultivos existentes en la UE, ya que el desacoplamiento o pago único por explotación que promulga sigue beneficiando a los países que más renta agraria tienen y no tiene en cuenta, al contrario de lo que afirma, la multifuncionalidad del sector agrario, concretada en conceptos como protección del medio ambiente, fijación de población rural o criterios de calidad. Por ello, propone para las futuras reformas de las OCM Mediterráneas, como las frutas y hortalizas, sustituir las ayudas desacopladas por un “sobre” nacional o regional, cuyo reparto sea negociado con las organizaciones profesionales agrarias (OPAs).
García Álvarez-Coque hizo estas declaraciones durante las V Jornadas de Jóvenes Agricultores organizadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que fueron inauguradas el pasado día 26 por la consellera de Agricultura, Gema Amor, junto al presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado.
Para el catedrático de la Politécnica, sólo con la PAC, que tildó de “asistencial”, no se resuelven los problemas de la agricultura mediterránea, “ya que no se pueden esperar milagros financieros de la misma”, por lo que instó, tanto a la Administración como al conjunto de la sociedad valenciana a implicarse con este sector. “La Administración, tanto central como autonómica, debe dar un respaldo tecnológico y presupuestario al campo, así como los ciudadanos contribuyentes deberían hacerse también responsables de la política agraria”, manifestó.
Según García Álvarez-Coque, no existe un conocimiento de los impactos económicos locales sobre el proceso de liberalización, hecho que debería cuantificarse para poder negociar mejor ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), “culpable en gran parte” del desacoplamiento que emana de la última reforma de la PAC, “porque las ayudas al Desarrollo Rural no compensan los costes de la liberalización del mercado, cuyos perjuicios son ciertos e inmediatos frente a unos beneficios a largo plazo, que en muchas ocasiones son inciertos”.
Por su parte, el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, instó a los más de 200 jóvenes agricultores a implicarse más en los problemas del sector y crear un mayor debate entre los verdaderos protagonistas del relevo generacional. “Sólo de esta manera podréis tener mentalidad y capacidad de cambiar el rumbo de la agricultura valenciana”, apuntó Aguado.
Aguado destacó en su intervención la preocupación existente en el sector ante el futuro de las OCM Mediterráneas, cuyas reformas se producirán en breve, y lanzó la idea de celebrar un foro autonómico de debate del que salgan las líneas básicas a seguir por el sector agrario valenciano en los próximos años.
Así mismo, la consellera de Agricultura, Gema Amor, felicitó a la organización agraria por la celebración del evento ante la necesidad del relevo generacional en el sector, y destacó que desde la Conselleria “se van a tener en cuenta las conclusiones que salgan de estas jornadas para concretar y asumir los nuevos retos comunitarios, nacionales y autonómicos que se nos planteen con estas reformas”.
Amor se comprometió con los jóvenes a fomentar e incentivar políticas de incorporación al sector agrario con el objetivo de paliar el progresivo abandono de nuestro campo, “uno de sus males endémicos”, según afirmó. Tras analizar la relevancia que tendrán las reformas de dos sectores fundamentales para el campo valenciano, como es el hortofrutícola y el oleícola, manifestó que “esperamos que nuestros intereses se vean reflejados en la postura defendida por España ante la UE, para lo que consideramos fundamental el diálogo constante y fluido con las organizaciones agrarias”.
El presidente de la sectorial de Jóvenes de AVA, José Vicente Añón, apuntó, por su parte, la evidente incertidumbre existente entre este colectivo ante la última reforma de la PAC y los próximos cambios de las OCM. Por ello destacó que la participación y motivación de los jóvenes agricultores es primordial “porque somos el futuro de la agricultura y contamos con la suficiente preparación para afrontar los retos que se nos avecinan”.
El Jefe de Área de Comercialización Agraria de la Conselleria de Agricultura, José Luís Balmaseda, centró su intervención en la futura reforma de la OCM de frutas y hortalizas. Balmaseda explicó que la política aplicada en este sector se basó, después de la última reforma, en cuatro criterios fundamentales: la diversidad de los tipos de producción, la naturaleza perecedera de la mayoría de productos, la necesidad de incrementar la calidad de los productos y la importancia del comercio.
Balmaseda explicó que el sector de las frutas y hortalizas ha quedado al margen del proceso general de la última reforma de la PAC, “ya que se ha basado en una mera simplificación y no se han abordado aspectos sustanciales de esta OCM”. Por ello, aclaró, “lo más normal es que esta futura reforma siga los mismos pasos que los productos que ya han sido modificados, lo que nos llevaría a pensar en una ayuda por superficie y, por consiguiente, a la neutralidad presupuestaria para el sector hortofrutícola”.
Francisco Astorga, Jefe de Producción Vegetal de la Conselleria, expuso la situación actual de las OCM del vino, arroz y aceite de oliva, sectores que, según explicó, tienen una gran importancia en la Comunidad Valenciana, por su extensión en superficie y por la influencia socioeconómica que tienen en determinadas comarcas, como es el caso del arroz en La Ribera o el vino en Utiel-Requena. Respecto a los frutos secos, una vez finalizados los planes de mejora a los que han estado sujetos, se ha conseguido mantener una ayuda anual, igual a la que recibían anteriormente, 241,5 euros/ha.
La reforma de la OCM del arroz, en vigor desde el pasado 1 de enero, no va a subsanar, según manifestó Astorga, el desequilibrio de mercado existente en la UE, mercado que, a pesar de ser deficitario, destina la cuarta parte de su producción a la intervención por las importaciones de países terceros, fruto de acuerdos preferenciales sumamente ventajosos para ellos. En cuanto a la reforma del aceite, se prevé un desacoplamiento parcial, “cuestión que ha generado controversias” encabezadas por las grandes regiones productoras”, en el que un 60% de la ayuda seguiría ligada a la producción, y el 40% restante ligada a la explotación a través de un pago por hectárea o al árbol, fundamentalmente destinada al olivar marginal o de bajo rendimiento, como el valenciano. Sobre el vino, cuya reforma se prevé a más largo plazo, la tendencia es a seguir controlando el potencial vitivinícola y a apoyar la reestructuración del viñedo.
Finalmente, la abogada y responsable del departamento jurídico de AVA, Amparo Tomás, comentó las últimas modificaciones en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) que afectan, especialmente, a los trabajadores por cuenta propia en cuanto a las prestaciones de las que se pueden beneficiar. En este sentido, Tomás afirmó que la última reforma equipara a estos trabajadores con los incluidos en otros regímenes, al permitirles disfrutar de iguales beneficios, tales como la incapacidad temporal desde el cuarto día de la baja o antes en caso de accidente laboral; obtener un 20% más en la prestación de invalidez permanente para mayores de 55 años y la posibilidad de elegir la base de cotización entre la establecida por cuenta propia o la de trabajadores autónomos. AVA valora las modificaciones efectuadas al REASS en cuanto a la mejoría en las prestaciones, aunque critica que implique un mayor coste para el agricultor.
AVA