Entre las mismas destacar el acuerdo unánime de que todos los actores implicados en la producción pecuaria son los primeros interesados en aplicar mejoras que resulten necesarias para incrementar la protección y el bienestar de los animales, durante todo el proceso productivo, por cuestiones de productividad, a parte de las éticas que afectan por igual a toda la sociedad.
Aún así, insisten en que todas las normas sobre protección animal deben estar sustentadas en datos científicos medibles, estableciéndose directrices claras al respecto.
Además han destacado la necesidad de entablar un diálogo comprensivo entre todas las partes implicadas (productores, industria, consumidores, distribuidores, administración y proteccionistas); y de prestar una especial atención para que la traducción de las normativas se ajuste al lenguaje técnico local.
Reclaman información, formación y capacitación sobre temas de protección y bienestar animal para todos los actores implicados, incluido el consumidor final.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es la demanda sectorial unánime de que la aplicación de cualquier medida de protección y bienestar animal, se preceda de una inversión en investigación adecuada a la realidad del entorno productivo. En esta misma línea se ha remarcado la necesidad de disponer de estudios científicos actualizados que determinen las bases de protección y bienestar animal para colaborar en la definición de indicadores estandarizados para cada sistema y entorno.
Finalmente el Comité Científico del 1er Encuentro Internacional sobre Protección y Bienestar Animal en la Producción Pecuaria ha indicado la necesidad de completar códigos de buenas prácticas para todas las especies ganaderas que faciliten la implementación de las normas relacionadas con la protección animal.
Además de estas conclusiones comunes a todos los subsectores productivos cada uno de los cinco Grupos de Trabajo (rumiantes, avicultura, transporte animal, sacrificio y porcino) incluidos a discusión en el Programa Científico de este evento ha elaborado las suyas propias , en adecuación a sus peculiaridades productivas.
o Así, el grupo de trabajo en Protección y Bienestar animal en la producción porcina ha destacado, entre otros aspectos, la necesidad de adaptar los espacios, el tamaño de los lotes de animales y la densidad de los mismos a las condiciones particulares de cada país y región.
o Por su parte el grupo de trabajo en Protección y Bienestar animal en Avicultura ha manifestado la incertidumbre del sector ante los constantes cambios de normativa en la materia y la necesidad de incrementar la financiación necesaria para aplicar las directivas de protección y bienestar animal.
o El Grupo de Protección y Bienestar animal en Transporte de animales ha manifestado que todos los expertos coinciden en que es más importante las condiciones y el manejo de los animales durante el trayecto que la propia duración del viaje, como respuesta a la insistencia de la CE en limitar el tiempo que duran los desplazamientos. Así mismo, exigen una simplificación de la documentación relacionada con el bienestar animal.
o El Grupo de Trabajo sobre Protección de los animales en el momento de su sacrificio ha concluido, entre otros puntos, la necesidad de buscar indicadores fáciles de medir que sirvan para valorar el correcto aturdimiento de los animales en los mataderos, debiéndose separar en dos normas diferentes los aspectos relacionados con el vaciado sanitario y las directrices que se establecen para aturdimiento en mataderos.
o Finalmente, el Grupo de Trabajo sobre Protección y Bienestar animal en la Producción de rumiantes ha puesto de manifiesto que el sector ovino/caprino tiene problemas económicos por el escaso valor de sus producciones y, como consecuencia, les resulta inasumible la inversión necesaria para la mejora de los parámetros de protección y bienestar animal. Además los representantes de ovino/caprino y vacuno han señalado la extrema necesidad de armonizar requisitos en materia de bienestar animal a nivel internacional.
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