Dos grados centígrados
En opinión de muchos científicos, si las temperaturas aumentan más de dos grados centígrados con respecto a los valores de la etapa preindustrial, las consecuencias del cambio climático serán difíciles de gestionar, y esto además resultaría muy costoso. Para conseguir limitar el aumento de la temperatura a dos grados centígrados, sería necesario recortar las emisiones globales de gases de efecto invernadero, situando el nivel a la mitad del de 1990.
Se da la circunstancia de que uno de los objetivos declarados de la Unión Europea es impulsar las negociaciones internacionales para alcanzar un nuevo acuerdo sobre cambio climático que sustituya a Kyoto. Los eurodiputados que asisten a la Conferencia participarán en reuniones al más alto nivel con representantes políticos de los países asistentes, así como con ONGs, manteniéndose siempre en contacto con los representantes del Consejo y la Comisión.
Para el Parlamento Europeo, es imperativo frenar las emisiones de gases nocivos en los próximos diez años, para posteriormente reducirlas drásticamente, si se pretende estabilizar el clima mundial. Por ello, la Eurocámara espera que la Conferencia de Bali fije un calendario político que permita iniciar una negociación más técnica y detallada de un acuerdo internacional vinculante sobre cambio climático. Este nuevo acuerdo debería estar listo además para 2009, reemplazando al Protocolo de Kyoto, que no incluye objetivos para las economías emergentes y tampoco ha sido ratificado por Estados Unidos.
Bali, foro post-Kyoto
Así, el eurodiputado español del Partido Popular Europeo y vicepresidente de la Eurocámara Alejo Vidal-Quadras, asegura esperar que Bali sea «el foro en el que los actores internacionales logren sentar las bases de un acuerdo político para la era post-Kyoto», mientras recuerda que «2012 está a la vuelta de la esquina».
Para el eurodiputado socialista italiano Guido Sacconi, Bali podría marcar «el regreso al multilateralismo en las relaciones internacionales», frente al unilateralismo «de años anteriores» plasmado en el hecho de que Kyoto no fuera «ratificado por todos los actores importantes»; mientras que la liberal eslovena Lena Ek explica que «parte esencia de los debates de Bali será el reto que supone para los países en desarrollo combinar crecimiento económico y un desarrollo tecnológico respetuoso con el medio ambiente».
A su vez, el presidente de la comisión del Parlamento Europeo sobre cambio climático, el irlandés del grupo Unión por la Europa de las Naciones Liam Aylward, considera que «la clave reside en comprometer a los actores más relevantes, tanto los países desarrollados como los que están en fase de desarrollo, en torno a una estrategia compartida para después de Kyoto».
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