Contenedores de plaguicida tóxico se rompen en Gibuti

Diez contenedores agrietados de un plaguicida tóxico están creando graves problemas para la salud y el medio ambiente en el puerto de Gibuti, según ha informado hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El lugar donde se encuentran actualmente los contenedores ya está gravemente contaminado, dice la FAO. El sitio más afectado está a menos de 400 metros de un almacén de ayudas alimentarias.

La FAO ha pedido una inmediata intervención de emergencia para evitar una ulterior contaminación del puerto y sus trabajadores. "Las autoridades de Gibuti no deben afrontar solas este problema", ha dicho el experto de la FAO Kevin Helps, que se ha desplazado al lugar, a petición del Ministerio de Agricultura de Gibuti, para estudiar las medidas de protección necesarias.

El plaguicida arsenato cromado de cobre se emplea principalmente para proteger la madera de los postes de energía y de telegráfos, ha confirmado Helps. Es una substancia química cancerígena y peligrosa para el medio ambiente.

Más de 200 toneladas de esa substancia fueron transportadas recientemente, por vía marítima, desde el Reino Unido con destino a la Ethiopean Power Corporation. Las substancias fueron depositadas en contenedores de plástico. "En los fletes anteriores de este producto se habían utilizado bidones de acero y nunca se habían producido pérdidas. Al parecer, los bidones de plástico se han roto, provocando el derrame de la substancia", ha explicado Helps. "Las pérdidas han debido empezar a bordo", ha dicho.

"Todavía no hay peligro para el puerto en general, pero si por el lugar donde se encuentran en la actualidad los contenedores. El líquido sigue saliendo de todos los depósitos. Se ha intentado abrir uno de los contenedores para inspeccionar el cargamento pero hubo que abandonar la tentativa porque se produjo una salida de líquido", ha informado Helps.

Hasta fecha reciente las autoridades del puerto no han recibido información alguna sobre la toxicidad del cargamento ni datos sobre las medidas de seguridad. "Sin duda, la manipulación incorrecta de esa substancia ha expuesto a muchos trabajadores a niveles inaceptables de toxicidad", ha subrayado Helps.

Las autoridades del puerto han dado los primeros pasos para proteger las zonas contaminadas y la potencial difusión de la contaminación por el viento se ha reducido.

La FAO sugiere como medida de emergencia inmediata declarar el lugar que ocupan los contenedores zona en cuarentena y establecer vigilancia para impedir el acceso. Cualquier vertido posterior debe contenerse para impedir una contaminación ulterior del terreno. "Los contenedores no deben abrirse por ningún motivo hasta contar con la presencia de un especialista en la manipulación de vertidos tóxicos provisto de todo el equipo nececesario", ha puntualizado Helps. "Los plaguicidas no podrán ser transportados a Etiopía hasta que no se envasen de forma adecuada".

"Esta tarea debe estar acabada antes de que la substancia química sea transportada por las lluvias. El producto es altamente soluble y se disuelve con mucha facilidad en el terreno. Si se disolviera en el mar, su impacto sobre los bancos de peces sería muy grave".

El material altamente contaminado debe ser enviado al Reino Unido, dice la FAO. "En la actualidad no existen en África las estructuras apropiadas para la eliminación segura de este peligroso producto. El coste mínimo de reenvase y descontaminación se cifra en 800.000 dólares. La intervención de emergencia inmediata costará 35.000 dólares", ha estimado Helps.

La FAO sugiere que el Estado de Gibuti adopte un enfoque de "paga quien contamina". "Es necesario aclarar con urgencia a quién corresponde la responsabilidad final del cargamento, identificar a la parte responsable del vertido y la contaminación y hacerla responder de los hechos".

FAO

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