Es reseñable sobre todo, respecto del aumento de los costes, la escalada de precios del gasóleo que ha llegado hasta los 0’83 euros/litro (superando la cifra récord del año 2005 en que se alcanzaron picos de 0’71 euros/litro), también de los abonos y fertilizantes que han llegado a extremos desconocidos en los últimos 30 años, en algunos casos casi triplicando o duplicando su precio (el DAP 18460 de 0’27 euros/kilo a 078 euros/kilo; el Amoniaco de 0’13 euros/litro a 0’42 euros/litro, el Triple 15 de 0’22 euros/kg. a 0’36 euros/kilo, desestabilizando todos los sectores productivos agrícolas. Y en el caso de ganaderos de ovino y caprino y vacuno extensivo se han resentido las explotaciones por la subida en un 40% de los piensos para alimentación del ganado, lo que ha supuesto en nuestra provincia unas pérdidas de más de 40 millones de euros.
La fuerte caída en las cotizaciones en origen ha afectado sobre todo a la carne de ovino y caprino situándose los precios a los mismos niveles de hace 20 años, y también al porcino que ha bajado hasta en un 70%, asimismo al vacuno de carne, y las frutas y hortalizas en muchos casos sin precio como en la pasada campaña el tomate y de la judía verde. Por el contrario, los consumidores están pagando precios abusivos que no se corresponden con los precios que recibe el agricultor detectándose una preocupante falta de transparencia por parte de la industria, que está siendo investigada por la Comisión Nacional de la Competencia aunque no incluye a comercializadores e intermediarios que intervienen en la formación de los precios. El vacuno de leche, tras el respiro que supuso para los ganaderos el aumento de 0’15 euros/kilo de leche a final de la campaña anterior, tras de diez años sin experimentar cambios, se ha traducido de nuevo en lucha por la subsistencia con una nueva bajada de 0’06 euros/kilo, lo que sitúa el precio por debajo del coste de producción, 0’40 euros/kilo. Los cereales han bajado algunos peldaños en su escalada y tienden a estabilizarse pero la industria no ha repercutido la bajada. El aceite ha mantenido precios estables con una media de 2’50 euros/kg durante toda la campaña y cotiza actualmente a un precio más bajo de la media 2’34 euros/litro.
ASAJA GRANADA alerta sobre esta situación de quiebra y hace un llamamiento a la Administración los comercializadores y la sociedad en general para que se solidaricen y no den la espalda a este sector en plena crisis. Pone de manifiesto la necesidad de acuerdos que garanticen un futuro para la agricultura y la ganadería: Ley de Comercio, control de las importaciones, desacoplamiento de las ayudas de todos los sectores ganaderos a fin de alcanzar los objetivos marcados en la última reforma del la Política Agraria Común (PAC), medidas fiscales de acompañamiento paral el Plan de Recuperación de la Capacidad Productiva del sector ganadero. Todas estas cuestiones serán revisadas en la Asamblea General de Socios de la organización agraria que celebra hoy.
Análisis
Cereales: tendencia a estabilizarse los precios
Los precios del cereal se incrementaron entre un 30% y un 40%. Cambió, de hecho, el rumbo de los tres últimos decenios en que el cereal se mantenía a la baja: 0’132 euros/kilo (trigo blando); de 0’150 euros/kilo (trigo duro); 0’126 euros/kilo (cebada) ó 0,138 euros/kilo (avena) pasando a 0.240 euros/kilo, a 0’48 euros/kilo; a 0’24 euros/kilo y a 0,222 euros/kilo, respectivamente. Significó una revitalización para el sector agrícola (al contrario que para el ganadero) que después de tocar las nubes ha bajado algunos peldaños: de 0’240 que alcanzó como máximo el trigo blando a 0’192; de 0’24 que alcanzó la cebada a 0’192 y de 0’48 euros/kilo que alcanzó el trigo duro a 0’33 euros/kilo, pero la reacción de la industria no ha acompañado en este viaje de vuelta y no ha repercutido a la baja en los productos básicos al consumidor. Sirva de ejemplo el pan, que según el Índice de Precios al Consumo ha experimentado un 11’8% en Andalucía, una cifra que supera en 2 puntos porcentuales a la media nacional.
En realidad la industria sólo ha hecho que aprovechar esta coyuntura alcista para encarecer escandalosamente sus productos. Así lo denunciamos en su día desde ASAJA GRANADA -a finales del pasado mes de agosto- y así lo ha demostrado la Comisión Nacional de la Competencia abriendo una serie de expedientes sancionadores contra la Federación de Industrias Alimentarias y algunas asociaciones dependientes de ésta. En este proceso, sin embargo, no se ha incluido a todos los eslabones de la cadena (intermediarios y distribución) para poder conocer las posibles irregularidades en la formación de los precios, que poco tienen que ver con lo que se paga en origen a los productores. Las administraciones competentes deberían llegar hasta las últimas consecuencias y actuar con contundencia contra la especulación.
Por lo demás, hay razones suficientes para pensar que los mercados tenderán a estabilizarse en una situación de relativa firmeza en las cotizaciones, dentro de un precio moderado que oscilará entre los 0’180/kilo (30 ptas.) y 0´240 euros/kilo; en la misma banda que se sitúan actualmente.
Frutas y hortalizas en picado
El sector hortofrutícola se encuentra también al borde del colapso ya que los bajos precios en origen condicionan las rentas de los productores y no benefician tampoco a los consumidores que pagan, por su parte, precios abusivos. No hay transparencia en el mercado y los distribuidores e intermediarios están llevándose suculentos beneficios. La diferencia entre lo que reciben los agricultores y pagan los consumidores fue en 2007 hasta cinco veces mayor. Sobre todo fue desastrosa la pasada campaña del tomate que osciló entre los 0’08 céntimos y los 0’15 céntimos/Kilo en origen y acabó desperdiciada casi toda la cosecha, y la judía verde redonda también se quedó parte sin vender por estar tirada de precio; la cebolla cotizó en origen a 0’20 euros/kilo y se vendía a 0’80 euros/kilo.
Otros productos que en Granada forman parte de la producción agraria provincial como la patata cotizó a 0’29/kilo mientras se vendía a 0,79 euros/kilo. No llevaron mejor suerte en la campaña 2007 las frutas como por ejemplo la pera alejandrina, que desde hace dos años mantiene el precio en origen de 0’31 euros/kilo aunque en el mercado alcanza los 2 euros por ser una variedad muy apreciada por el consumidor. Las ciruelas ni siquiera tuvieron salida y lo que más se pagó por las pocas que vendieron los agricultores fue al precio de 0’24 euros/kilo. Las cerezas se pagaron bien al principio al agricultor, a 1 euro/kilo durante una semana a diez días, alcanzando los 4 euros en el mercado, y después se quedó la cosecha en el árbol.
En los meses transcurridos del año 2008 se han dado dos alertas -a finales de enero y a finales de marzo- por los bajos precios en origen de algunos productos como la berenjena, el tomate, el calabacín y el pepino. En mayo los precios siguen cayendo.
La existencia de legislaciones propias en algunos países como Francia o Alemania prohibiendo a las grandes cadenas que vendan frutas y hortalizas por debajo del precio de compra podría servir como guía para nuestro Gobierno para la elaboración de la Ley de Comercio que reclama el sector. Otras medidas necesarias serían: establecer una vigilancia de productos hortícolas de otros países que están perjudicando nuestras producciones y hacer también un control exhaustivo para el cumplimiento del cupo establecido para la entrada de tomate de Marruecos a la Unión Europea. Tampoco ayuda la normativa europea que pretende en este momento la eliminación de las normas de calidad de las frutas y hortalizas para simplificar las normas de comercialización con terceros países, lo que implicaría que determinados productos no tendrían que cumplir con los estándares europeos (sólo se exigirá la identificación del país de origen).
Vacuno de leche: de nuevo bajo costes
Los precios percibidos por los ganaderos subieron 0,15 euros/litro entre el mes de julio pasado hasta el primer trimestre de 2008 (después de diez años sin experimentar cambios en origen aunque sí en el lineal) pero se han reducido ahora 0’06 euros (10 ptas.), lo que vuelve a situar al sector bajo costes. La bajada del precio a los ganaderos no repercute, sin embargo, en el consumidor. Sí le alcanza la subida, desproporcionada, como en el resto de productos básicos. Puleva, como ejemplo, ha subido el precio en más de un 24% en un año y mantiene los precios en los supermercados entre 0’95 euros/litro y 1’05 euros/litro mientras el productor recibe 0’40 euros.
Preocupa el incremento de costes fijos en la producción para el sector lácteo: los piensos han pasado de 0,12 euros a 0’24 euros (cebada); los fertilizantes han duplicado y triplicado precios y otros gastos en la alimentación del ganado como la alfalfa han pasado de 0,15 euros a 0,18 euros por kilo. Lo cierto es que producir un litro de leche cuesta 0’09 euros/litro más (16 ptas./litro) y que el alivio que los ganaderos consiguieron a final de la campaña anterior se traduce de nuevo en lucha por la subsistencia. La industria impone sus condiciones y en Granada parece una vía imposible la negociación de precios estables con PULEVA, ya que nunca ha estado dispuesta al diálogo, como hemos venido denunciando en tantas ocasiones desde ASAJA GRANADA.
Los responsables políticos muestran, por lo demás, un desconocimiento absoluto de la realidad del sector. No se controlan las importaciones de terceros países ni se asegura la trazabilidad de la leche, y la decisión de aumentar el 2% la cuota láctea en todos los países de la UE -no únicamente en países deficitarios como es el caso de España que produce más que consume- hará que los precios bajen para los ganaderos un 4%. Y la Comisión Nacional de la Competencia se desentiende de investigar los posibles pactos de precios por parte de las industrias lácteas, hace tanto tiempo bajo sospecha. La eliminación de los sistemas de regulación de mercado de la política agraria común y el feroz proceso de reconversión que ha sufrido el sector lácteo se refleja en los bajos precios y los abandonos solicitados en la última década.
Ovino y caprino, vacuno de carne y porcino: la peor parte
La ganadería, sobre todo el ovino y caprino, vacuno de carne y porcino han llevado la peor parte. Al incremento del precio de los piensos y fertilizantes en un 40% se ha añadido la caída alarmante de los precios en origen en la mayoría de las producciones poniendo en quiebra técnica a muchas granjas que corren riesgo de desaparecer: los precios del cordero están a los mismos niveles de hace 20 años: 36.96 euros los corderos más pequeños de 11 Kg. y 64 euros los más grandes de 30 kilos cuando su precio digno debía situarse respectivamente en 50 euros y 100 euros; la ternera ha bajado de 3.80 euros/kilo en canal a 3 euros (mientras en el mercado se ha multiplicado su precio por tres: a 15.02/kilo ) y el porcino ha bajado de 1’80 euros/kilo en canal a 0’66 euros/kilo. En el caso del ovino y caprino la crisis se ha acentuado por tener que mantener más tiempo encerrados los animales dada la ausencia de pastos a consecuencia de la sequía que arrastramos desde diciembre del pasado año, acumulando pérdidas sólo por sobrecostes de alimentación de más de 40 millones de euros. No ha afectado, afortunadamente, el brote de lengua azul en nuestra provincia.
Con este negro panorama no es suficiente el Plan de Recuperación de la Capacidad Productiva aprobado en el mes de febrero para el sector, ya que se basa fundamentalmente en préstamos que hay que devolver aunque sea con interés 0 en el caso del ovino y caprino (subvencionados el 5% de interés) y que endeudan más al ganadero. Peor para el sector de vacuno y el porcino que obtienen préstamos entre el 1’10% y el 2’10% de interés (subvencionados entre el 3’90% y el 2’90%). Las medidas adoptadas (también campañas de promoción y primas para reponer los animales afectados por el brote de la enfermedad de la lengua azul) son positivas pero se deben incluir medidas fiscales de apoyo como reducción de módulos que lleguen a módulo 0, de forma que no tengan que pagar IRPF aquellos ganaderos en módulos que den pérdidas en 2007; reducción del impuesto de sociedades a las empresas ganaderas en 2007; devolución del IBI de rústica y exención del mismo para los próximos años; aumento de la compensación del IVA en ganadería y condonación de las cuotas de la Seguridad Social. Asimismo, consideramos necesario el desacoplamiento de las ayudas de todos los sectores ganaderos a fin de alcanzar los objetivos marcados en la última reforma del la Política Agraria Común (PAC) permitiendo de este modo la orientación de las producciones a las demandas del mercado.
ASAJA-Granada
Pues nada que como nadie lo remedie, en el campo no va a quedar ni dios, por que seguro que si dios pudiera hacer algo, no permitiria lo que esta pasando en el sector ganadero. Atentamente un trabajador del sector que esta hasta los guevos de tanto mamonazo chupagaitas e injusticias en dicho sector.