Cooperativas de siete comunidades han presentado al ministro el documento en defensa del olivar

Las federaciones de cooperativas de siete comunidades autónomas españolas (Aragón, Cataluña, Madrid, Valencia, Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha, a través de UCAMAN), están impulsando una postura común y lo más amplia posible con el objetivo de lograr ante la nueva reforma de la Organización Común del Mercado de Aceite una OCM equilibrada que garantice este cultivo en todas las zonas españolas.

Esta iniciativa surge ante la actual negociación de la Organización Común del Mercado (OCM) de Aceite, buscando un espacio intermedio en el que se puedan reunir los intereses de una parte significativa del olivar español. Por ello se ha redactado una propuesta, que se ha entregado hoy al Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para que la haga suya en las próximas negociaciones de la OCM del aceite en Bruselas.

En las siete comunidades autónomas mencionadas están asentadas más del 52% de los productores nacionales, según datos oficiales del MAPA (campaña 99/00), lo que imprime al documento -el cual está también siendo impulsado por diferentes organizaciones agrarias y asociaciones de industriales y almazaras de todo el territorio nacional-, una representatividad acreditada.

Dicho documento en defensa del olivar propone un sistema de ayuda mixto, en el que se garantiza una percepción mínima de 300 euros por hectárea cultivada, y dicha cuantía se va elevando en función de la producción media de las tres últimas campañas obtenida en dicha hectárea.

Esto es así ya que los impulsores de esta propuesta consideran que la estabilidad de rentas del olivar se logra cuando los ingresos del oleicultor dejen de depender en gran medida de las oscilaciones de la producción y, a su vez, cuando dejen de subordinarse a penalizaciones sufridas en el pasado, tanto para olivares de baja producción como para los más productivos.

La ayuda de esta manera consigue garantizar una rentabilidad mínima a todos los olivares nacionales, sean de alta o baja producción, pero además tiene en cuenta una progresividad en la ayuda que beneficie a los olivares más productivos, manteniendo el equilibrio entre regiones. Además, la ayuda cuenta con la ventaja de que reduce las desmesuradas e injustificables diferencias de percepción de ayudas entre unas hectáreas y otras que existían en la OCM anterior.

Por otro lado, el documento defiende que la retención para financiar las organizaciones de operadores no se haga tan sólo en la parte de presupuesto dedicado al reequilibrio entre zonas productoras, además de reivindicar una mejora en el sistema de almacenamiento privado, de propugnar controles para que los olivares sigan produciendo y, por supuesto, solicitar un aumento del presupuesto español en esta OCM.

Según los datos oficiales de la propia Comisión europea, se constata que España ha producido de media en los últimos cinco años un 43% más de su cantidad nacional garantizada, lo que ha conllevado altas penalizaciones, por ello se solicita un aumento del presupuesto para España, lo cual está plenamente justificado.

Editorial

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