LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders alerta de la crítica situación por la que atraviesan los ganaderos de ovino-caprino de la Comunitat Valenciana al percibir unos precios muy bajos y notar de forma intensa el aumento del pienso durante los últimos meses, lo que podría conllevar un creciente abandono de las explotaciones ganaderas.
Tanto los productores de ovino de carne como los de leche perciben precios en origen muy bajos por sus corderos y por la leche de oveja. En este sentido los precios de la carne han bajado en apenas un año un 12% de media y en la leche las cotizaciones que perciben han descendido un 25%. La situación contrasta con las cotizaciones en tiendas donde los consumidores llegan a pagar precios abusivos.
Junto al descenso de precios en origen se detecta un fuerte incremento del coste de los piensos durante los últimos meses, cercano al 30% de media, que pone en jaque el futuro de las explotaciones ganaderas de la Comunidad Valenciana.
El descenso en la demanda de la carne de cordero debido al retroceso en el consumo y a la crisis económica en general, junto a un aumento de las importaciones y de los costes de producción, ha hundido a un sector importante para las zonas desfavorecidas y de interior donde existen desafortunadamente escasas alternativas de viabilidad económica. Los datos económicos de 2008, 2009 y 2010 ponen de manifiesto que el declive en el sector ovino se acelera peligrosamente hacia un umbral muy crítico en el que el deterioro del sector ovino puede que no tenga marcha atrás, sin darse cuenta que cumplen un papel muy importante de carácter medioambiental.
Ante esta situación, LA UNIÓ se reclama la necesidad de adoptar medidas para evitar que desaparezcan más explotaciones. LA UNIÓ insta a la Conselleria de Agricultura a proponer un plan de reestructuración del sector ganadero en la Comunidad Valenciana y a incentivar la permanencia de los ganaderos en sus explotaciones agropecuarias.
La media de consumo de carne de ovino en el ámbito mundial es de 86 kg/habitante y año, mientras que en la Unión Europea ha descendido a sólo 2,5 kg/año. Por ello desde LA UNIÓ se reclaman también actividades de promoción de la carne de cordero para reactivar la demanda.
Así mismo, se detectan importaciones masivas de carne congelada procedentes de Nueva Zelanda o Sudamérica, situación que se agravará con la mejora del acuerdo de libre cambio entre la UE y Mercosur. La Unión Europea sigue sin tener claro que los estándares de calidad y de seguridad alimentaria de los productos de origen ovino de aquí son claramente superiores a los importados. Otra amenaza para el sector ovino son las ayudas de la PAC que podrían cambiar a partir del año 2013 con la nueva propuesta que la Comisión Europea presentará en noviembre.
La UNIÓ