Cuerno de África: Inseguridad alimentaria persistente y medios de subsistencia en crisis

Solicitados más de 11 millones de dólares para iniciativas de ayuda agropecuaria

Más de 15 millones de personas corren el peligro de perder sus medios de subsistencia a causa de la grave sequía que azota los países del Cuerno de África. Entre ellas, ocho millones necesitan ayuda urgente tanto alimentaria como de otro tipo, anunció hoy la FAO.

Ese organismo, en el marco del reciente Llamamiento humanitario 2006 para el Cuerno de África lanzado por las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias asociadas, ha solicitado más de 11 millones de dólares EE.UU. para financiar actividades de ayuda agropecuaria de emergencia en tres de los países afectados (Eritrea, Djibouti y Kenia) a los que hay que añadir otros 11,6 millones de dólares EE.UU. en el ámbito del llamamiento humanitario para Somalia.

El documento pide que se sostengan las iniciativas de los gobiernos y de la comunidad humanitaria internacional para contrarrestar los estragos de la sequía. Donantes claves como los países escandinavos, la Comunidad Europea, Japón y Estados Unidos han expresado su apoyo al empleo de un enfoque de tipo regional para hacer frente a las necesidades inmediatas y a las de largo plazo. La FAO interviene con acciones estratégicas encaminadas a garantizar la supervivencia de miles de seres humanos ayudándoles a defender y recuperar sus medios de subsistencia.

Anne M. Bauer, Directora de la Dirección de Operaciones de Emergencia y Rehabilitación de la FAO, subrayó que hacen falta aún más esfuerzos para salvaguardar las vidas y los medios de sustento de los pastores. «El apoyo de la comunidad humanitaria es esencial -dijo Bauer-. La FAO, con la aportación generosa y continua de los donantes, jugará un papel clave ayudando a estos países a restablecer los medios de subsistencia de los pastores y a cubrir las necesidades alimentarias de las poblaciones vulnerables.»

Pastores en peligro

Las comunidades que corren más peligro son predominantemente las pastorales y las agro-pastorales situadas en las regiones más pobres y cuya vulnerabilidad se acentúa por crisis recurrentes y problemas estructurales. La carencia de agua para el consumo humano y animal es la consecuencia más grave de la sequía. Tradicionalmente, los pastores llevan sus rebaños lejos de sus lugares de origen cubriendo grandes distancias para contrarrestar así las fluctuaciones estacionales y los efectos de la sequía. Sin embargo, su movilidad a menudo se ve limitada por los conflictos de clan, étnicos, de fronteras y nacionales que hacen muy difícil ese tipo de trashumancia.

Tendencias de la sequía

Las sequías en el Cuerno de África son muy frecuentes -cuatro en los últimos seis años-, debido a las lluvias escasas, al aumento de la presión demográfica y a la degradación ambiental. Las previsiones climáticas indican que en futuro las precipitaciones serán reducidas en el Cuerno de África y en África Oriental.

Gracias a las recientes y beneficiosas lluvias, la disponibilidad de agua ha aumentado en las áreas afectadas por la sequía en el norte y este de Kenia, en Etiopia meridional y oriental y en el sur de Somalia, lo que podría hacer esperar en buenos pastos dentro de pocas semanas. Sin embargo, la llegada de las lluvias no presupone el final del problema. Muchos animales debilitados por la sequía serán particularmente vulnerables a parásitos internos e infecciones clostridiales, debido al brotar inesperado de la hierba. Este hecho podría repercutir en la ulterior pérdida de cabezas de ganado.

Incluso con un período de lluvias normales, harían falta años para que algunas manadas y rebaños recuperasen un nivel suficiente para garantizar a sus dueños un medio de vida sostenible. Las comunidades vulnerables que llevan años sufriendo las consecuencias de las sequías y de las lluvias erráticas e inferiores a los modelos de precipitación normal, necesitarán apoyo continuo y ayuda al desarrollo durante estos años cruciales.

Reforzar los medios de subsistencia

La ayuda de la FAO se centrará en la salud de las reses. Someterá a los animales productivos a tratamiento vermicida y a inmunización contra las enfermedades contagiosas aumentando así sus posibilidades de supervivencia.

Ese organismo también ayudará a los pastores a conseguir precios mejores para los animales destinados a la venta, sirviéndose también de la descarga cinegética de emergencia. En algunos casos, las reses serán sacrificadas y su carne (fresca o seca) se distribuirá a los centros de alimentación en la región. La FAO colaborará con organizaciones no gubernamentales, administraciones locales e instituciones privadas utilizando los mecanismos ya existentes para establecer planes de descarga cinegética específicos para cada país y para construir o reforzar las estructuras de mercado

Asimismo la FAO distribuirá semillas de cultivos forrajeros para plantar 300 hectáreas, que podrían producir más de 5 000 toneladas de heno y materia seca para conseguir una cabaña sana en la región.

Gracias a esas acciones y afrontando las causas latentes de la inseguridad crónica de alimentos, los pastores serían menos vulnerables a las crisis futuras. El ámbito de las iniciativas de desarrollo a largo plazo de la FAO y de sus colaboradores abarca los recursos hídricos, los servicios sanitarios, la salud, la nutrición y la educación. La FAO quiere que los resultados de estas intervenciones de emergencia sean duraderos y para ello aboga por la formación práctica impartida, en las mismas comunidades, en escuelas de campo para agricultores y ganaderos.

Contando con la ayuda de la comunidad internacional, una respuesta inmediata a la sequía y a la situación de inseguridad alimentaria, capacitaría a las poblaciones vulnerables para superar la crisis actual manteniendo intactos sus medios de vida y haciendo más fácil su camino hacia la recuperación sostenible

FAO

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