La Conselleria ha consensuado con los agricultores afectados el contenido de la orden por la cual se establecen las medidas para luchar contra el lepidóptero, así como las indemnizaciones pertinentes, que será publicada próximamente en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana.
En concreto, las ayudas alcanzarán los 1.500 euros por hectárea para los productores de patata, 1.800 euros para los de tomate de industria, 1.900 para los agricultores que cultiven berenjena y 3.000 para los productores de tomate y pimiento.
Además, la Conselleria entregará los productos fitosanitarios que se consideren adecuados para la realización de los tratamientos contra la plaga a los agricultores y productores cuyos cultivos se encuentren dentro de las zonas afectadas por la Tuta absoluta.
Cabe recordar que la Tuta absoluta o polilla del tomate, es un pequeño lepidóptero que se encuentra extendido por el continente sudamericano y de cuya presencia no se tenía constancia en Europa. Recientemente se detectó su presencia en zonas productoras del norte de Castellón y en determinadas parcelas de la provincia de Valencia, por lo que la Conselleria decidió, de inmediato, establecer las medidas necesarias para controlar y erradicar la presencia de este organismo patógeno.
Medidas obligatorias para los productores y comerciantes
Por otro lado, la orden establece las medidas de obligado cumplimiento por productores, comerciantes y propietarios particulares de cultivos solanáceos para evitar la introducción y difusión del lepidóptero en sus cultivos, así como para erradicar su presencia en caso de que la plaga les afecte.
De este modo, deberán vigilar y prospectar la presencia de la plaga así como comunicar al Servicio de Sanidad Vegetal y Protección Fitosanitaria de la Conselleria su aparición. Para el cumplimiento de estas medidas, los servicios técnicos de la Conselleria prestarán la asistencia necesaria, especialmente en cuanto a la adopción de medidas preventivas.
Por otro lado, se establece la prohibición del movimiento y comercialización de material vegetal afectado por la plaga. Además, los productores y comerciantes realizarán de manera obligatoria las actuaciones preventivas establecidas por el Servicio de Sanidad Vegetal, y llevarán un registro de los tratamientos y otras medidas aplicadas, que deberán facilitar a los técnicos de la Conselleria cuando éstos lo requieran.
También queda establecida la obligatoriedad de facilitar a los técnicos de la Conselleria el libre acceso a las instalaciones y campos de cultivo de solanáceas, así como las labores de inspección y la toma de muestras de los cultivos.
Destrucción de plantaciones y creación de una red de muestreo
La orden de la Conselleria establece la obligatoriedad de la destrucción de aquellas plantaciones afectadas que supongan un grave riesgo de difusión de la plaga y no sea posible su control por medios de defensa fitosanitaria. Asimismo, al resto de plantas solanáceas que se encuentren en las zonas afectadas se les aplicará los tratamientos fitosanitarios pertinentes.
Tras la finalización del cultivo también serán destruidos todos los restos de material vegetal que hayan podido quedar en la zona afectada por la plaga.
Por otro lado, con el fin de precisar la extensión de las zonas afectadas y poder actuar sobre la Tuta, la Conselleria establecerá una red de muestreo y delimitación de la plaga. En concreto, se instalarán trampas cebadas con feromonas, que serán redefinidas periódicamente en función de la aparición de nuevos focos, de las capturas realizadas por las trampas, o de los resultados de las actuaciones de erradicación constatados por los técnicos de la Conselleria.
Además, cabe destacar que la Conselleria anunció durante la reunión celebrada con agricultores afectados, el pasado día 31 de julio, la puesta en marcha de un plan de actuación para la introducción, cría y suelta de parasitoides y depredadores que permitan controlar biológicamente la plaga.
Asimismo, la Conselleria ha solicitado al Ministerio de Agricultura que endurezca los controles fitosanitarios que se llevan a cabo en los puntos de inspección fronteriza con el fin de evitar que se introduzcan nuevas plagas perjudiciales para la sanidad vegetal de la Comunitat Valenciana.
Generalitat Valenciana