Las medidas y programas de actuación previstos se aplicarán en las explotaciones agropecuarias ubicadas en zonas declaradas como vulnerables en Castilla y León.
Así, la orden señala, entre otras cosas, que «las actividades ganaderas en zonas vulnerables deberán disponer de sistemas de control del consumo de agua en la instalación y realizar controles periódicos de pérdidas de agua en conducciones y bebederos con el fin de reducir el consumo de agua». Además, «en el desarrollo de las operaciones de lavado se retirarán previamente los residuos sólidos».
Por otra parte, desde la Consejería también se ordena que «los titulares de explotaciones agrícolas ubicadas en las zonas vulnerables de Castilla y León y que laboren más de 50 hectáreas de suelos cultivables en secano o más de 10 hectáreas de cultivos de regadío, deben disponer del Libro-registro de aplicaciones nitrogenadas a los cultivos».
Europa Press