La últimas lluvias caídas en la Comunidad Valenciana, valoradas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) como muy positivas para el campo valenciano en general, también han causado daños en la fruta de verano en varidades tempranas que se encontraban a punto de iniciar su recolección.
Los perjuicios han sido provocados por el agrietamiento de la fruta, también denominado "cracking", en determinadas variedades de nectarinas precoces como la Zincal, Huelva y May-fire, con daños que oscilan entre el 10 y el 25 por ciento. Otros cultivos como las cerezas, nísperos y albaricoques también han sufrido dicha fisiopatía.
El "cracking" se produce por la correlación de diferentes factores como el frío, la lluvia y la madurez de la fruta, provocando un retraimiento y endurecimiento de la piel que frente a la presión interna del propio fruto hace que éste se agriete.
"Esta circunstancia resulta totalmente negativa para los productores de fruta de verano, cuya campaña se había adelantado este año como consecuencia del calor y los vientos de poniente registrados durante el invierno, porque dicha fruta pierde toda su capacidad comercial para el mercado en fresco, considerándose como destrío, por lo que el agricultor no cobra nada por ella después de todo un año de trabajo", señala el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.
AVA-ASAJA