En aquellos meses del año en que su disponibilidad es máxima, las cerezas y los melocotones se consumen en uno de cada dos hogares, mientras que los albaricoques y las ciruelas son las frutas con hueso menos compradas en los hogares españoles.
Los melocotones tienen un claro componente estacional, siendo la temporada más habitual de esta fruta de mayo a octubre, alargándose incluso hasta noviembre. Sin embargo, es especialmente durante los meses de junio a septiembre cuando la penetración se sitúa alrededor del 50 por ciento, destacando el mes de julio que es cuando se registra un mayor consumo con 1,26 kilos de melocotones por persona.
Los albaricoques, disponibles durante los meses de mayo a julio, alcanzan su máximo nivel de penetración con un 38,3 por ciento de consumo en los hogares españoles.
La cereza es la fruta con hueso cuyo consumo se limita prácticamente a los meses de mayo, junio y julio, incrementándose en junio cuando uno de cada dos hogares lo compra.
En cuanto a la ciruela, su consumo es también claramente estacional. Aunque se mantenga su presencia durante todo el año, los meses más importantes para su consumo se sitúan desde junio hasta octubre con un 19 por ciento, y alcanzan sus valores máximos en julio y en septiembre con un 26,1 por ciento.
El consumo total de frutas de hueso de junio 2006-mayo 2007 se ha estimado en 381 millones de Kgs a los que corresponde un consumo de 8,7 kg/persona/año, de los que los melocotones representan el 58 por ciento (5,1 kgs), las ciruelas el 18 por ciento (1,6 kgs), las cerezas el 13 por ciento (1,1 kgs) y los albaricoques el 11 por ciento (0,9 kgs).
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