Durante la celebración del Rocío tanto el Parque Natural como el Parque Nacional de Doñana sufre la presión y el paso de un millón de personas. Zonas como las marismas, que en otras épocas del año son cuidadas y «mimadas» por los científicos tratan de mimar durante el resto del año. En opinión de Teresa Blasco, portavoz del Proyecto Doñana de WWF/Adena «zonas del parque donde está totalmente restringido el paso, han sido tomadas estos días por carretas, todoterrenos, caballos e incluso enormes camiones transformados en frigoríficos que dejarán su peculiar huella en tan valiosísimo enclave natural». Toneladas de residuos, el impacto acústico que provoca molestias a las numerosas especies que allí habitan, muchas de ellas amenazadas, y el constante peligro de incendio son algunas de las amenazas que tiene que soportar el entorno de Dañosa. Desde la organización ecologistas solicitan tanto a las Hermandades como a las administraciones responsables del Parque, que se evite el efecto barrera en la Vera, se establezcan las condiciones de tránsito adecuadas y se reduzcan los tránsitos a lo largo del año.
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