Este síndrome provoca que las colmenas pierdan, de manera repentina, sus colonias de abejas y en el mejor de los casos sólo quedan la reina y un pequeño grupo de obreras. Además, las abejas desaparecen sin dejar rastro dado que apenas se encuentran algunas muertas dentro o cerca de la colmena.
LA UNIÓ señala que los efectos negativos del síndrome de despoblamiento de las colmenas son muy importantes ya en las economías familiares de los apicultores valencianos. El despoblamiento de las abejas fue haciéndose evidente en España a partir del año 2005. Desde esa fecha hasta ahora habrá provocado en la Comunitat Valenciana la desaparición del 30% de las colmenas.
Mientras los científicos no se ponen de acuerdo sobre las causas del fenómeno del desabejamiento o desaparición de las abejas, éstas siguen muriendo. Algunos argumentan que las enfermedades como varroosis y nosema debilitan la colmena, otros que es debido a la ausencia de alimento de calidad (polen) en la naturaleza. Desde el departamento de Investigación Agraria (DARS) de Estados Unidos se concluye que son los insecticidas sistémicos neurotóxicos que por acción sobre el sistema nervioso de las abejas les impide el retorno a sus colmenas. También se considera que el estrés en las abejas causado por los largos viajes podría ser un factor de su desaparición, más aún en la Comunitat Valenciana donde existen cerca de 1.700 explotaciones apícolas que realizan trashumancia. Y la mayoría piensa al final que el despoblamiento sería efecto de la suma de todos los factores anteriores, a la vez que piden a las autoridades comunitarias que actúen rápido.
LA UNIÓ apuesta por activar un Plan de Vigilancia en el ámbito europeo, con la participación del sector apícola, para conocer adecuadamente las causas de la mortandad de las abejas. Este plan implica una información transparente del número real de colmenas existentes. También sería necesario, a juicio de LA UNIÓ, prohibir totalmente el uso de los insecticidas neurotóxicos y de todos los que afectan negativamente la vida de las abejas.
LA UNIÓ