Con motivo de la celebración de una mesa redonda sobre protección de espacios, organizada en el marco del Congreso Mundial de la Naturaleza, la responsable de relaciones internacionales en la Secretaría General del Mar, Carmen Asencio, ha presentado la política de conservación de especies amenazadas en el medio marino, subrayando que, junto a la protección de sus hábitats, la protección de especies marinas se considera hoy como una de las mejores herramientas para garantizar su recuperación. En este sentido ha destacado la importancia de disponer de suficiente información científica con el objeto de asegurar la eficacia de las medidas de protección.
Para ello, ha indicado Carmen Asencio, la principal herramienta, dentro del marco jurídico español, es el Catálogo Español de Especies Amenazadas, establecido en la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que recogerá, cuando exista información técnica o científica que así lo aconseje, los taxones o poblaciones amenazadas, que se incluirán en las categorías de en peligro de extinción o vulnerables, según el riesgo existente para su supervivencia.
Evidentemente, al ser España un país miembro de la UE y ser la política medioambiental una política compartida entre la UE y los EEMM, la política española en esta materia se encuadra en la política de medio ambiente de la UE. Asimismo, el marco legislativo nacional responde a los compromisos derivados de la pertenencia o adhesión de España a los distintos organismos, Convenios o Acuerdos internacionales con competencia en conservación y protección del medio ambiente, y en particular en la protección de mares y océanos o bien de especies o grupos de especies.
En cuanto a iniciativas nacionales Carmen Asencio ha repasado la amplia gama de proyectos y actuaciones que se están desarrollando en la actualidad, o se han llevado a cabo recientemente, particularizando la atención en aquellos dirigidos a la protección de las aves marinas, mamíferos marinos, tortugas, sin olvidar otras especies, que sin ser tan emblemáticas, no son por ello menos importantes.
Entre dichas iniciativas, ha destacado la Estrategia Nacional de Conservación de la pardela balear; el Proyecto LIFE Naturaleza “Conservación de cetáceos y tortugas en Murcia y Andalucía”, desarrollado entre 2002 y 2006; el “Proyecto para el desarrollo de medidas tecnológicas para la mitigación del bycatch de cetáceos y tortugas”(2006-2008); el establecimiento de una zona de seguridad para cachalotes en el Estrecho de Gibraltar, y el reposicionamiento del dispositivo de separación de tráfico marítimo del Cabo de Gata para evitar las colisiones de buques con cetáceos y tortugas.
También ha resaltado la trascendencia de iniciativas como el apoyo al “Proyecto de Conservación de la Foca Monje en Mauritania” incluyendo la participación de la flota pesquera española; diversas acciones piloto de pesca experimental para la búsqueda de medidas que minimicen las interacciones entre la pesca y las tortugas marinas; estudios veterinarios comparativos de las lesiones causadas por distintos anzuelos en tortugas marinas, optimización de las técnicas y equipos para la adecuada manipulación y liberación de las tortugas marinas capturadas accidentalmente en palangre; la Estrategia de conservación de la lapa ferruginea; campañas científicas y adopción de mediadas de protección para la mitigación de daños en fondos vulnerables, como las praderas de Posidonia oceanica, lechos de algas, fondos de mäerl, corales, etc.
MARM