La primera etapa de recogida de ajos en la provincia ha concluido esta semana con la variedad temprana y, finalmente, las previsiones que apuntaban a una buena cosecha, se han visto ensombrecidas por las abundantes lluvias, que han afectado a la calidad de más del 80% de la producción de ajo.
Así, ASAJA de Cuenca advierte de que más de la mitad del ajo temprano recolectado se tendrá que destinar a uso industrial por no reunir los requisitos de calidad.
Por otro lado, el grueso de la campaña comenzará dentro de unos diez días con la recogida del ajo blanco y morado, que suponen el 75% del total de la cosecha, aunque las estimaciones tampoco son demasiado halagüeñas, ya que entre el 20 y el 30% de las parcelas están afectadas por “blanquilla”, enfermedad que provoca la disminución del tamaño, la calidad y, lógicamente, del precio.
Por todo esto, la Organización prevé un descenso de la rentabilidad de las explotaciones de ajo de la provincia para esta campaña, debido a la merma de la calidad y la producción y al fuerte aumento de los costes en fitosanitarios y electricidad. Sin olvidar las dos fuertes granizadas que han arrasado casi el 60% de las 300 hectáreas de ajos afectadas.
Sin embargo, los agricultores están expectantes ante la evolución de los precios de cara al final de la recolección, ya que aunque las tendencias del mercado son buenas, pueden variar rápidamente. Además, según destaca Antonio Escudero, responsable del ajo de ASAJA en la provincia, el aumento de ajos de menor calidad en el mercado, podría perjudicar al ajo morado de las Pedroñeras, ya que ante la actual crisis, es más que posible que los consumidores se decanten por los precios más bajos en detrimento de la calidad.
Con respecto a la crisis del pepino, Escudero destaca que, en principio, no se espera que afecte a la comercialización del ajo, ya que los compradores mantienen la confianza en la trazabilidad de esta producción de cualidades extraordinarias. No obstante, ASAJA de Cuenca insiste en que el Gobierno debe hacer un esfuerzo para devolver la confianza de los consumidores y recuperar el daño a la imagen exterior de las producciones hortofrutícolas españolas.
Por otro lado, ASAJA de Cuenca destaca que el ritmo de contrataciones es normal y que la mayoría de la mano de obra es originaria de Bulgaria y Rumanía.
Así el departamento Laboral y Fiscal de la organización provincial hace hincapié en que, según la Inspección de Trabajo, el pasado año el 97% de las inspecciones se resolvieron favorablemente para los empresarios agrícolas, dato que demuestra, una vez más, que el sector agrario es un ejemplo en cuanto a cumplimiento de la legalidad.
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