Muchos brotes de E. coli O157:H7 han sido asociados con productos contaminados de carne y la contaminación de cultivos de hortalizas. Ya que las bacterias no causan síntomas clínicos de enfermedad en el ganado bovino, y debido a otros factores, algunas veces es difícil detectar estas bacterias en el ganado bovino y en el medio ambiente.
Los investigadores, incluyendo científico de animales Thomas S. Edrington del ARS, han provisto nueva información sobre cómo las bacterias E. coli perciben una sustancia química clave que tiene un papel crítico en facilitar la colonización del tracto gastrointestinal del ganado bovino por las bacterias. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés). Esta investigación apoya la prioridad del USDA de asegurar la seguridad alimentaria.
Edrington trabaja en la Unidad de Investigación de la Seguridad de Alimento y Pienso mantenida por el ARS en College Station, Texas. Este estudio, con resultados publicados en los ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (Actos de la Academia Nacional de Ciencias), fue realizado en la Universidad de Idaho en su campus en Moscow, Idaho. El estudio involucró investigadores de varias universidades y fue dirigido por Vanessa Sperandio, quien trabaja en el Centro Médico del Sudoeste de la Universidad de Texas.
A fin de proliferar, las bacterias E. coli expresan genes en maneras diferentes dependiendo del ambiente, tales como fuera del ganado bovino huésped, dentro del rumen del ganado bovino, o al cabo del tracto gastrointestinal del ganado. Una mejor comprensión de cuándo, cómo y por qué estas bacterias colonizan podría llevar a estrategias prácticas de control para el futuro, según Edrington.
Los investigadores demostraron que sustancias químicas llamados las acil homoserina lactonas (AHLs), las cuales son producidas por otras bacterias, están presentes dentro del rumen del ganado bovino, pero están ausentes en otras áreas del tracto gastrointestinal. Las AHLs son importantes porque las bacterias E. coli tienen un regulador llamado SdiA que tiene la capacidad de percibir la presencia de las AHLs y luego anima las bacterias E. coli a pegarse al tracto gastrointestinal y colonizarlo.
Un método para limitar la producción del regulador SdiA, o para bloquear la recepción bacteriana de las AHLs, finalmente podría llevar a nuevas estrategias para prevenir la colonización de las bacterias dentro del cuerpo del animal.
Ars-usda