Desnatadas, semidesnatadas y enriquecidas aumentan su importancia en el consumo de leche

Según se desprende de un informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a partir de datos del Panel de Consumo, las desnatadas, semidesnatadas y enriquecidas aumentan su importancia en el consumo de leche, especialmente las leches enriquecidas que presentan un incremento respecto al año anterior del +7,8 por ciento y suponen ya un 17,6 por ciento de la leche consumida en España. Por su parte, la leche desnatada se ha incrementado un 3,52 por ciento y la semidesnata el 0,31 por ciento respecto al año anterior.

Dentro de la leche envasada, la más importante respecto al volumen consumido es la leche entera, que supone un 32 por ciento de todo el volumen de leche, sin embargo, es también la única variedad que presenta una evolución negativa (-5 por ciento) y va descendiendo su importancia entre los consumidores, aumentando por el contrario el del resto de variedades.

En los últimos tres años, ese descenso del consumo per cápita de Leche, se produce por la variedad entera, ya que semidesnatada (30,6 litros por persona y año) y desnatada (21,3 litros por persona y año) prácticamente presentan estabilidad o una ligera tendencia al alza, mientras que las enriquecidas crecen en 4 litros por persona y año, situándose en una ingesta anual de 18 litros en 2005.

Situación análoga se produce cuando observamos el mercado en valor, si bien es cierto que los crecimientos de las leches no enteras son todavía más importantes que los que se producían en volumen, especial mención merece el aumento de las leches enriquecidas (+11,4 por ciento). Claramente son estas variedades de Leche "no tradicionales" las que producen el crecimiento en valor del total mercado.

En el año 2005 tomamos 87,3 litros de leche por persona y año, mientras que en el 2001 esta misma cifra era de 96,9 litros, es decir actualmente ingerimos 10 litros menos de leche por persona y año.

Tendencia contraria muestran los derivados lácteos, que incrementan su consumo por persona y año en 4 kilos, lo que supone que en el año 2005 cada español consumió 30,7 kilos de algún tipo de derivado de la leche.

En el último año, el volumen de litros de leche consumidos por los españoles, desciende en un -1,15 por ciento respecto al año anterior, ambos tipos de leche presentan esta tendencia negativa, algo más acusada en la leche de corta duración.

Sin embargo, la situación en valor es diferente y el mercado de leche presenta un crecimiento del +1,9 por ciento en este caso debido únicamente al incremento de la leche de larga duración (+2,16 por ciento) ya que la leche de corta duración presenta una caída cercana al -4 por ciento.

Si observamos el consumo per capita realizado por las distintas tipologías de hogares, vemos como son los jóvenes independientes (hogares de una sola persona menor de 45 años) y los hogares más adultos de la población (los formados por personas mayores de 45 años), los que destacan por tener un consumo per cápita de Leche muy superior a la media nacional, mención especial merecen los retirados (mayores de 65 años) que toman 130,3 litros de leche por persona y año.

También es esta misma tipología de hogar, los más jóvenes y los más adultos, los que realizan un mayor consumo de derivados lácteos, destacando especialmente los adultos independientes (personas de entre 45 y 65 años que viven solas) que consumen 49,1 kilos de este producto por persona y año.

Respecto al tipo de hábitat, claramente son los hábitat rurales los que más destacan por un mayor consumo de la leche en su variedad más tradicional, es decir, leche líquida, mientras que los hábitat de tamaño medio (entre 10.001 y 500.000 habitantes) son los que realizan un mayor consumo per cápita de derivados lácteos.

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