Catorce años de guerra civil han acabado con la mayor parte de las existencias de semillas en Liberia y ahora este país tiene que reponerlas con urgencia, según informó ayer lunes día 22 la FAO.
Las evaluaciones recientes indican que tres de cada cuatro campesinos no contarán con semillas de arroz para la temporada de 2004. La FAO ha lanzado un llamamiento para conseguir dos millones de dólares que servirán para distribuir 700 toneladas de semillas de arroz entre 70.000 familias campesinas.
«Dos millones de dólares es un precio relativamente bajo para garantizar a medio millón de liberianos que no pasarán hambre o que por lo menos no dependerán de la ayuda alimentaria externa el próximo año», observó Subramaniam Thirunanasambanthar, representante de la FAO en Liberia.
«Fomentar la producción agraria es mucho más eficaz y sostenible a largo plazo, que entregar ayuda alimentaria al mismo número de personas», añadió.
«Se puede evitar una situación potencialmente desastrosa entregando a tiempo semillas de arroz a los agricultores que garantizarán de este modo su seguridad alimentaria y el aumento de la producción arrocera».
Tras 14 años de guerra civil, el sistema agrario y la infraestructura de Liberia han sufrido graves daños y la malnutrición, sobre todo infantil, está muy difundida.
Un resquicio de esperanza
Buena parte de las existencias de semillas del país están diezmadas a consecuencia de la larga guerra que acabó en agosto de 2003, por eso la FAO quiere completar la provisión nacional de semillas con variedades adecuadas pertenecientes a esa región.
La temporada de siembra del arroz empieza en abril y acaba en junio, si bien el desbroce y la preparación de la tierra pueden comenzar a partir de diciembre. Hay que conseguir y distribuir las semillas entre enero y abril de 2004, a tiempo para la siembra.
Los liberianos se alimentan principalmente de dos cultivos básicos: arroz y mandioca. El arroz es el cultivo preferido pero se consume también mucha mandioca, sobre todo cuando el primero escasea, lo que sucede poco antes de la cosecha, cuando las existencias se han agotado
FAO