Difícil selección de trabajadores rumanos por la desorganización de las autoridades

Nota de Asaja-Huelva
Los técnicos de Asaja-Huelva desplazados hasta Rumanía para realizar la selección de trabajadores con contratos en origen para las presentes campañas agrícolas se han visto imposibilitados para completar el cupo de 2935 personas que tiene asignado.
De hecho, parte del dispositivo de selección dispuesto por Asaja-Huelva en este país ha sido retirado antes de tiempo y a día de hoy, no se han completado ni el 50% de las contrataciones previstas, viéndose seriamente perjudicados los empresarios y desnaturalizado un proceso de contratación que tan buenos resultados ha dado siempre.

Asaja-Huelva ha remitido al Subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, y a la Directora de Inmigración, dependiente del Ministerio de Trabajo, Marta Rodríguez Tarduchi, sendos escritos en los que les pone al corriente del desastre acaecido durante el proceso de selección de trabajadores para su contratación en origen en Rumania.

La falta de entendimiento entre los gobiernos rumano y español y el sistema impuesto por parte de la Dirección General de Inmigración y Emigración, así como la escasa concurrencia de personas, ha terminado por dar al traste con el proceso selectivo puesto en marcha en Rumania y perjudicar muy seriamente a Asaja-Huelva y a los empresarios solicitantes de personal para sus campañas agrícolas.

Como ya comunicó Asaja-Huelva en una nota de prensa hace escasas fechas, en una reunión mantenida con la directora general de Inmigración, Marta Rodríguez Tarduchi, ésta comunicó a la organización agraria que la oferta genérica para la contratación en origen en Rumania sería de 10.000 trabajadores, y no 14.000 como se había solicitado. Asaja-Huelva por tanto tendría que reducir su oferta de 3783 a 2935 personas, y tendría que desplazar dicha oferta a Marruecos y Ucrania, pese a las reticencias de Asaja-Huelva que no obstante declaró su intención de obtener el cupo completo en Rumania, como tenia previsto inicialmente.

Con esta premisa, Asaja-Huelva acudió a Rumania el pasado 4 de diciembre, hasta el día 15, para realizar su selección en la fecha determinada por la administración, junto con otras organizaciones y empresas particulares.

Mayúscula fue la sorpresa de los técnicos desplazados a este país cuando, nada más llegar, se les comunica que, según instrucciones de la Dirección General de Inmigración, se procedería a repartir porcentualmente entre las organizaciones y las empresas particulares concurrentes los trabajadores que fueran presentándose. Además, los funcionarios de la administración controlarían que, una vez completada la selección del cupo diario impuesto, la selección se suspendiera hasta el día siguiente, obligando así a la organización agraria a hacer permanecer a sus técnicos más días de lo que hubiera sido necesario.

Pero de los 1.200 a 1.300 trabajadores que Asaja-Huelva tendría que haber seleccionado diariamente, tan sólo se presentaba a la selección una media de 300, sin que ningún representante de los gobiernos implicados haya ofrecido hasta el momento una explicación para esta situación.

Así, y después de haber tenido que permanecer en Rumania, por primera vez en la historia de este proceso de contratación, durante 10 días, los técnicos de Asaja-Huelva no han podido seleccionar ni siquiera el 50% del total del cupo que había ofertado, y además, sin poder realizar una verdadera selección. En pocas palabras: ha habido que quedarse con lo que ha llegado, con los problemas que esto pueda provocar tanto a las empresas agrarias como al propio trabajador, que puede ser que no se adapte o no pueda realizar correctamente las tareas para las que se le contrata.

Asaja-Huelva no entiende, además, la iniciativa adoptada por la Subdelegación del Gobierno de dar cabida a las empresas particulares en un proceso que ha sido diseñado, concebido y configurado para que participaran exclusivamente las organizaciones empresariales, lo que terminará por arruinar el sistema de contratación vigente, que tantas satisfacciones ha dado desde su implantación.

Ante todo este cúmulo de desatinos y despropósitos, Asaja-Huelva exige que vuelva a ponerse en marcha un nuevo proceso selectivo en Rumania o bien — aunque esta sería la solución menos deseable — que se traslade la oferta a Bulgaria, para que se pueda completar la contratación y responder así a las necesidades de los empresarios y del buen funcionamiento de la economía onubense, que son los que están resultando francamente perjudicados ante esta situación. Y sobre todo, pide que dejen de ponerse trabas al buen funcionamiento del proceso, que en lugar de mejorarse con la experiencia y buena voluntad de todos, no para de resultar perjudicado.

Asaja-Huelva

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