Okechukwu Ibeau añadió que la mayoría de las veces esas naciones no tienen en cuenta que los beneficios económicos que recibirían no se comparan con el impacto que estas sustancias tendrán a largo plazo sobre el medio ambiente y la vida de sus pobladores.
El relator especial señaló que las naciones ricas podrían disponer de esas sustancias dañinas en sus propios territorios, sin embargo, prefieren enviarlas a países pobres, con frecuencia, a sabiendas de que no cuentan con la tecnología o la experiencia para procesar con seguridad esa basura.
Las sustancias son en su mayoría productos químicos.
El relator también alertó sobre el crecimiento de los llamados basureros electrónicos en países pobres, donde van a parar las computadoras, refrigeradores, teléfonos celulares, televisores y otros productos desechados en naciones industrializadas.
ONU