En el matorral mediterráneo y en las selvas tropicales, zonas ricas en especies, los árboles y los arbustos necesitan la intervención de los animales para la fructificación y la regeneración natural, para el proceso de dispersión de semillas y para la polinización”, afirma Jordano. Los estudios desarrollados por Jordano sobre la influencia de las interacciones planta-animal en la biodiversidad podrían aplicarse a la conservación de especies amenazadas.
Otro de los objetivos de esta línea de investigación es afianzar el conocimiento sobre las consecuencias que tiene la dispersión del polen y las semillas de las plantas por parte de los animales. “Estamos usando técnicas genéticas para determinar las relaciones de paternidad en poblaciones de plantas con el fin de entender cuáles son las relaciones de flujo de genes -explica Jordano- Al mover el polen o las semillas, los animales están transportando los genes de las plantas. Queremos saber cómo eso influye y limita la diversidad genética de las poblaciones de plantas. De esa estructura genética dependen las posibilidades de evolución de las plantas, por ejemplo en respuesta a un cambio global”.
Con los conocimientos adquiridos sobre el flujo genético entre las especies, el grupo de investigación de Ecología Integrativa pretende mejorar los diseños de planes de restauración y conservación de especies amenazadas. “Queremos saber, por ejemplo, cómo de similares genéticamente son los individuos de una especie de un parque natural que queremos proteger. Así podemos diseñar planes de manejo y conservación de estas especies que tengan una base científica sólida”, asegura Jordano. “En los últimos años, a raíz de la declaración de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, se ha avanzado en la conservación de las especies naturales de esta comunidad. Pero tenemos que progresar más. Hay que avanzar más en el desarrollo de planes de conservación de especies amenazadas ya que preservar la biodiversidad implica también salvaguardar la diversidad genética de las especies forestales y los servicios ecológicos, como polinización y dispersión de semillas, que la sustentan”, añade.
Esta línea de investigación se está llevando a cabo en distintas zonas geográficas del planeta que son atractivas por la enorme biodiversidad de especies que tienen. Una de ellas es el Parque Natural Los Alcornocales, en la Sierra de Cádiz. El trabajo en este parque se centra en el estudio de poblaciones de árboles relictos (árboles que quedan aislados y que son el vestigio de un bosque que dejó de existir) como el avellanillo o el laurel. “Estudiamos cómo los procesos de polinización y dispersión son fundamentales para el mantenimiento de estas poblaciones relictas. Estas especies están allí muy aisladas, así que queremos saber qué mecanismos hacen que permanezcan allí durante tanto tiempo”, explica Jordano. “Por ejemplo, también tenemos estimaciones de las distancias a las que se dispersan las semillas, que nos ayudan a comprender cómo de verosímil es que puedan colonizar nuevos lugares o mantenerse tras perturbaciones como incendios o rozas y aclareos”, añade.
Innova Press