Los HCFC’s son significativamente más amigables con el ozono que los clorofluorocarbonos (CFC’s), los primeros productos creados que posteriormente fueron reemplazados justamente por los HCFC’s. Sin embargo, estos últimos también generan emisiones con efecto invernadero. Los HCFC’s son utilizados primordialmente en la refrigeración y las aplicaciones de aires acondicionados, donde DuPont estima que se usa el 75% de estos compuestos globalmente.
De acuerdo a DuPont, tan solo en Estados Unidos hay aproximadamente unas 6 millones de exhibiciones para alimentos refrigerados en supermercados, restaurantes y tiendas de conveniencia, entre otros, y más de 100 mil refrigeradores y 1.6 millones de sistemas de aire acondicionado. Además, de los aproximadamente 110 millones de hogares en los Estados Unidos, casi 60 millones tienen sistemas de aire acondicionado central. Muchos de esos sistemas todavía utilizan HCFC’s. Los refrigerantes alternativos de DuPont Suva® e ISCEON® han sido utilizados en sistemas existentes y equipos nuevos.
“El Protocolo de Montreal ha sido responsable de la significativa mejora de la capa de ozono, y debido a que los CFC’s también tenían potentes emisiones con efecto invernadero, su retiro progresivo ha otorgado un beneficio adicional al reducir el emisión de este tipo de gases al medio ambiente”, afirma Linda Fisher, Vicepresidente y Directora Ejecutiva de Sustentabilidad de DuPont. “Hemos aprendido muchas lecciones valiosas desde la estructura a la puesta en marcha del Protocolo de Montreal que podrían ser aplicadas mientras se desarrollan las legislaciones para frenar los gases con efecto invernadero. DuPont ha llamado a una acción de Estados Unidos y mundial para reducir las emisiones con efecto invernadero como miembro fundador de la USCAP, y continuaremos tomando una fuerte posición como empresa por la necesidad de un programa global de regulación”.
El Dr. Mario J. Molina, ganador del Premio Nobel de Química en 1995 por su teoría sobre el daño a la capa de ozono, agregó “el liderazgo de DuPont sobre el retiro progresivo de los CFC’s estimuló la cooperación sin precedentes entre las empresas y guió el desarrollo de tecnologías que reducen significativamente el impacto ambiente al tiempo que satisfacen necesidades sociales críticas. Aún más importante es el hecho de que DuPont ha apoyado acciones políticas que han liderado el desarrollo y la implementación del Protocolo de Montreal. El Protocolo estableció un precedente crucial al demostrar que los problemas globales ambientales podrían ser resueltos si hubiese cooperación global entre gobiernos, industria, comunidad científica y organizaciones ambientalistas”. El Dr. Mario Molina compartió el Premio Nobel con el Dr. F. Sherwood Rowland y el Dr. Paul J. Crutzen.
“Creemos que es necesario hacer más para proteger la capa de ozono, al igual que nuestro clima”, agrega Fisher. “Deben ser tomadas acciones adicionales globalmente por gobiernos e industrias para retirar rápida y progresivamente los HCFC’s, y DuPont continuará jugando un papel de liderazgo en el trabajo con todas las audiencias clave”.
La rápida adopción de los clorofluorocarbonos (CFC’s) alternativos – en una transición industrial en los años 90’s – combinado con tecnologías diferentes y medidas conservacionistas, ha contribuido a la protección tanto de la capa de ozono como el clima global. De acuerdo con un artículo publicado en “Los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias”, publicado a principios de este año (“La Importancia del Protocolo de Montreal en la Protección del Clima” por Guus J.M. Velders, Stephen O. Andersen, John S. Daniel, David W. Fahey y Mack McFarland, científicos atmosféricos de DuPont), el Protocolo de Montreal ha tenido un impacto significativo en la reducción de la cantidad de los gases con efecto invernadero que de otra forma hubieran sido emitidos a la atmósfera.
El Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Afectan a la Capa de Ozono fue firmado en Septiembre de 1987. Este acuerdo restringe el uso de sustancias que dañen el ozono, incluyendo CFC’s y HCFCs. Después de dos décadas, el tratado ha liderado a una reducción sustancial de las emisiones de sustancias que afectan el ozono. Las investigaciones indican que la capa de ozono se está recuperando actualmente.
DuPont lideró a la industria en el retiro progresivo de los CFC’s y la transición a alternativas ambientales aceptables. En ese momento, DuPont estimó que más de US$135 billones de equipo existente en los Estados Unidos únicamente dependía de los CFC’s. En enero de 1991, DuPont fue la primera empresa en lanzar una familia de refrigerantes alternativos que ofrecían el desempeño, seguridad y criterios ambientalistas y que podía ser utilizado tanto en los equipos existentes como en los nuevos, minimizando así los costos de transición de miles de negocios y consumidores alrededor del mundo. La compañía invirtió más de US$500 millones en el desarrollo y comercialización de CFC’s alternativos. Los CFC’s fueron los responsables de menos del 2% de las ganancias de la empresa.
DuPont ha reducido las emisiones de gases con efecto invernadero en más del 70% desde 1991, con US$3 billones de ahorro en costos de energía. Estos ahorros de energía están basados en el uso de procesos de control mejorados, optimización de la generación de energía y su distribución hacia las localidades, nuevas tecnologías con mejor consumo de energía, y uno de los mayores factores – mejores rendimientos de los procesos de manufactura de DuPont. La empresa también está reduciendo el uso de combustibles fósiles al emplear fuentes alternas de energía como gas natural y energía solar fotovoltaica.
DuPont – una de las primeras empresas en establecer públicamente sus metas ambientales hace 16 años – ha expandido sus metas de sustentabilidad más allá de la reducción de la huella ambiental para incluir objetivos dirigidos al Mercado tanto para ganancias como para investigación y desarrollo de inversiones como los fluoroquímicos que reducen el potencial del calentamiento global. Las metas están atadas al crecimiento del negocio, específicamente al desarrollo de nuevos y mejores productos desde el punto de vista de seguridad y ambiental para mercados claves globales, incluyendo productos para sus clientes, tales como los fluoroquímicos que reducen el potencial calentamiento global y las emisiones con efecto invernadero.
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