Aunque se trata claramente de una presencia “accidental o técnicamente inevitable”, lamentablemente la Comisión Europea y algunos gobiernos están interpretando este umbral como si se tratase de una contaminación aceptable. Esta interpretación supone un grave error jurídico y la aprobación de esta norma significa en la práctica dar luz verde a la contaminación de la producción ecológica por transgénicos. Las normas de la UE deberían apoyar los esfuerzos del sector ecológico por mantener niveles de contaminación muy inferiores y permitir a los productores y distribuidores ecológicos mantener sus estándares actuales.
La contaminación por transgénicos fuera de las fronteras de la UE, así como los casos que se vienen repitiendo en España, amenazan gravemente la libertad de elección de los consumidores Europeos, quienes han venido demostrando estar dispuestos a pagar por unos alimentos de alta calidad, sin transgénicos. La decisión de la Comisión Europea y de determinados estados miembros es una fuerte agresión contra el conjunto del sector ecológico.
El Parlamento Europeo así como los grupos ecologistas internacionales han venido exigiendo unos umbrales de 0,1%, que corresponde al nivel de detección de OMG. Ahora que la UE ha declarado que la presencia de contaminación por Organismos Modificados Genéticamente (OMG) en productos ecológicos es aceptable, los agricultores ecológicos van a tener inmensas dificultades en mantener sus cosechas libres de transgénicos. La UE debe introducir urgentemente una legislación que proteja a los productores ecológicos y convencionales de la contaminación genética.
La agricultura ecológica tiene una creciente importancia social y económica, respondiendo a las exigencias de conservación del medio ambiente y alimentos de calidad de una amplia mayoría de la sociedad. Los consumidores eligen los productos ecológicos porque se cultivan de manera sostenible, sin usar pesticidas y completamente libres de transgénicos.
Permitir la contaminación genética de los alimentos ecológicos, pone en serio peligro la supervivencia del sector. Este nuevo umbral no debería servir como argumento, en los debates sobre la legislación de coexistencia, para establecer medidas de protección orientadas al 0,9%, como umbral legalmente vinculante y no debería hacer olvidar a la UE la necesidad de unas medidas estrictas de anti-contaminación y de responsabilidad para los contaminadores para poder proteger la agricultura ecológica de la contaminación genética, con penalizaciones importantes para los agricultores que cultiven transgénicos y las empresas que los comercialicen.
Coag-Murcia