En relación al Reglamento, el Comité decidió por una parte, aprobar criterios de exclusión que darán lugar a una innecesaria prohibición de productos que han demostrado altos estándares de seguridad y eficacia hasta el día de hoy, y por otra, eliminar el concepto de autorización zonal e introducir la posibilidad de los Estados de rechazar el registro de productos aunque hayan sido autorizados en otros Estados miembros.
«Entendemos que es necesaria una adecuada evaluación de riesgos con garantice la seguridad de los productos para usuarios, consumidores y medio ambiente. Sin embargo, la postura adoptada tendrá efectos muy negativos en la producción de los principales cultivos europeos’, señaló Friedhelm Schmider, director general de ECPA
«Que una sustancia sea o no segura, depende no sólo de su peligrosidad, sino de cómo se utilice, sólo la combinación de peligro y uso determinan el riesgo. Este es un hecho demostrado a diario en otros sectores, como la medicina y el transporte. Establecer criterios de exclusión basados simplemente en la peligrosidad tendrá un impacto negativo, no sólo sobre la sostenibilidad de nuestra agricultura, sino también en el incremento del precio de los alimentos y el empeoramiento de nuestra calidad de vida. Además, estos criterios de exclusión afectarán al medio ambiente, dado que para mantener el suministro de alimentos, se requerirá una mayor superficie destinada a cultivo «, añadió Carlos Palomar, director general de AEPLA.
Estas preocupaciones son compartidas por un gran número de eurodiputados del Comité de Medio Ambiente, pues en la votación celebrada más de un tercio votaron en contra de la adopción de estos criterios.
En cuanto a la Directiva de Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios, se aceptaron las enmiendas que establecen objetivos arbitrarios de reducción de fitosanitarios. Sobre esta votación, ambos representantes coinciden en afirmar que fijar de manera arbitraria objetivos de reducción resulta del todo ineficaz, tal y como se ha demostrado en el caso danés. El uso de productos fitosanitarios responde a necesidades reales y no a objetivos marcados. Es decir, su aplicación se hace necesaria cuando los cultivos se ven amenazados por plagas y enfermedades que ponen en peligro su viabilidad. Por lo tanto, el camino a seguir es la continúa mejora de las buenas prácticas agrícolas que llevan a cabo nuestros agricultores.
Como valoración general de la votación, la industria entiende que las propuestas formuladas por el Comité de Medio Ambiente atan de pies y manos a nuestros agricultores, y han sido tomadas en base a percepciones y no a verdaderos criterios científicos. No obstante, tal y como afirma Carlos Palomar, ‘nuestra intención es continuar colaborando con el Parlamento y otras instituciones comunitarias, así como con las organizaciones agrarias, con el objetivo de que la legislación resultante garantice la competitividad y sostenibilidad de la agricultura europea y la producción de alimentos suficientes, seguros y asequibles para todos’.
AEPLA
Me parece una noticia extraordinaria. Hay que decir bién claro y en voz alta la tropelía que la comisión europea está cometiendo con las prohibiciones de fitosanitarios. Desde que aparecieron estos productos se ha producido incrementos constantes de los productos agrícolas en el mundo, lo que ha supuesto aumento de los alimentos, disminución del hambre y, consecuentemente, de las muertes por inanición.
El uso racional de estos productos no ha provocado intoxicaciones por consumo de alimentos contaminados. El prohibicionismo sin criterios científicos es práctica común del loby ecologista que se apodera de las débiles conciencias de los burócratas instalados en la comisión europea.