Remitido por FAO:
Representantes de más de 100 ONG y organizaciones civiles de países desarrollados y países en desarrollo, altos funcionarios de Cooperación Italiana para el Desarrollo y expertos de la FAO, la UNESCO y otras organizaciones internacionales, decidieron fortalecer su cooperación para atender las necesidades básicas de educación de la mayoría más desatendida del mundo: la población rural.
Un proyecto de asociación creará conciencia en Europa sobre la importancia de la educación rural en los países pobres, y la urgencia de atender a las zonas rurales, donde más del 70 por ciento de la población pobre del mundo vive atrapada en el círculo vicioso de la incapacidad de tener acceso a los servicios y las oportunidades que podrían sacarlo de la pobreza. Este proyecto, debatido en una reunión de tres días que finaliza hoy, está financiado por la Comisión Europea, ONG europeas, la FAO y la UNESCO.
«La educación básica es un derecho humano fundamental de por sí y condición esencial para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, específicamente los dos primeros objetivos, sobre la erradicación de la pobreza extrema y el hambre y la realización de la educación primaria universal», declaró el Subdirector General de la FAO, John Monyo.
«La diferencia entre el analfabetismo urbano y el rural está creciendo y, en muchos países, el analfabetismo rural es dos o tres veces mayor que en las zonas urbanas», añadió Monyo, señalando que en todo el mundo, la gran mayoría de los 2,800 millones de personas que subsisten con menos de dos dólares diarios, viven en las zonas rurales.
Niños que escriben en la arena
En Wikihi, aldea rural de la región del lago Niassa, en Mozambique, los niños de la escuela y su maestra no tienen libros. Escriben en la arena lo que la maestra escribe en un viejo pizarrón con yuca seca.
«En Wikihi, y en tantos otros pueblos africanos, asiáticos y latinoamericanos, lo que hace falta es un sistema de enseñanza eficaz, global y masificado, que atienda las necesidades básicas de aprendizaje de la población rural», indica Monyo.
En el último decenio, la ayuda internacional ha hecho hincapié en la importancia de concentrar sus actividades en los pobres, pero ha desatendido las zonas rurales, es decir, a la mayoría de las personas desfavorecidas. En muchos países pobres, las zonas rurales han tenido un escaso desarrollo económico, o no lo han tenido, y las presiones demográficas siguen poniendo en peligro los recursos agrícolas y el medio ambiente, señala la FAO.
Esto ocurre principalmente en el ámbito escolar. Los niños del medio rural tienen mucho menos acceso a la escuela que los de las zonas urbanas. El analfabetismo entre adultos es mucho mayor en el campo, y la calidad de la educación es inferior.
Crece el analfabetismo
«El analfabetismo, que está aumentando en el mundo en desarrollo, también se traduce en la incapacidad de cada vez más agricultores de leer las instrucciones de una bolsa de fertilizante o las advertencias del envase de los plaguicidas. Sin educación básica, la población rural no puede incrementar su productividad, adoptar mejores tecnologías ni mejorar sus medios de subsistencia», explica la experta de la FAO Lavinia Gasperini.
Gasperini destaca que el problema de la pobreza es ante todo un problema de pobreza rural y seguridad alimentaria. «Esto ha impulsado a la FAO a aceptar el desafío de dirigir el proyecto de asociación sobre educación rural y seguridad alimentaria.»
«Una campaña de promoción puesta en marcha por un grupo de ONG italianas y europeas, dirigida a los responsables de tomar las decisiones, ministerios, administraciones públicas, responsables regionales y locales de las decisiones, escuelas, organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación, a fin de crear conciencia sobre las necesidades de educación en el medio rural, y sobre las iniciativas para subsanar las disparidades entre el ámbito rural y el urbano», indicó Ada Civatini, de la ONG italiana Asociación de Cooperación Rural en Africa y América Latina (ACRA).
FAO