Este taller, organizado por la FAO y la UNESCO, también cuenta con la participación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Mundial y Cooperación Italiana para el Desarrollo.
La campaña FAO/UNESCO de educación en América Latina forma parte de una iniciativa de asociación global en pro de la educación rural, liderada por la FAO y ejecutada en colaboración con la UNESCO y más de 100 asociados, entre los que destacan ONGs y universidades.
La iniciativa pretende dar seguimiento a la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en Johannesburgo en 2002.
1 000 millones de analfabetos
En todo el mundo hay 1 000 millones de analfabetos, de los cuales 130 millones son niños. Casi todas estas personas viven en las regiones menos desarrollados, donde se concentra también la mayoría de los 840 millones de personas subnutridas en el planeta.
La mayoría de las personas subnutridas y analfabetas de América Latina viven en las zonas rurales, recordó la FAO.
Un estudio regional reciente sobre educación rural en Brasil, Chile, Colombia, Honduras, México, Paraguay y el Perú proporcionará información general para el debate en el taller.
Por ejemplo, en Guatemala -el país de la región que tiene el porcentaje más alto de población rural-, en 1998 la población adulta (de 25 a 59 años) de las zonas urbanas tenía una escolaridad promedio de 6,5 años, mientras que la población rural de la misma edad había ido a la escuela sólo 1,9 años.
«Ampliar y mejorar la educación puede ser una de las formas más eficaces de reducir la pobreza, el hambre y la malnutrición. Los índices de malnutrición disminuirán al aumentar el número de personas alfabetizadas, especialmente mujeres», afirma Lavinia Gasperini, especialista en educación y desarrollo de la FAO.
La investigación revela que los agricultores con cuatro años de escolaridad son casi un nueve por ciento más productivos que los que no han ido a la escuela. Si además tienen fertilizantes, nuevas semillas y maquinaría agrícola disponibles, la productividad aumenta al 13 por ciento.
Nuevas políticas
Cada vez más países de América Latina están reconociendo la importancia de la educación rural y están elaborando políticas para dar mayor acceso y pertinencia a la misma.
En Colombia, por ejemplo, la mitad de las escuelas rurales ha adoptado el modelo «Escuela Nueva», que consiste en hacer énfasis en el aprendizaje participativo y utilizar un programa que combina lo principal del contenido nacional con módulos locales pertinentes a la cultura y las necesidades de la población rural.
Las comunidades y las familias participan activamente en estas escuelas. Las tasas de abandono de la escuela son mucho más bajas y los resultados en español y matemáticas son mucho mejores que en las escuelas tradicionales.
En México, el Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) proporciona dinero a más de 2,6 millones de familias rurales pobres a condición de que manden a sus hijos a la escuela.
Este programa además distribuye a las familias participantes complementos nutricionales para lactantes y niños pequeños. Después de sus primeros tres años de actividad, la inscripción al crítico año de transición entre la enseñanza primaria y secundaria aumentó un 20 por ciento en el caso de las niñas, y 10 por ciento en el de los niños.
Asistirán al taller cerca de 100 responsables políticos y encargados de la planificación de los ministerios de Agricultura y de Educación de la región, así como de organizaciones de la sociedad civil.
FAO
La educación Rural se tiene que fortalecer en la producción AGROPECUARIA, para el mejoramiento de la calidad de vida y Nutricional. Actualmente, los modelos pedagogicos rurales, en su gfran mayoria, estan en contravia de estanecesidad e interes del campesino. Hoy, es urgente direccionar esto modelos agropecuarios con la aplicación de las tecnologias que viene dotando el ministerio, como son los servicios de COMPARTEL. Se tiene que replantear los enfasis y los que se vienen desarrollando, fortalecerlos en ese orden.