El 100% de la carne fresca de pollo que se consume en el estado español procede de nuestras granjas

Nota de Coag Lluis Sanromá, responsable de avicultura de COAG, ha afirmado que «no existe peligro por el consumo de carne de pollo debido a la rigurosa normativa comunitaria a la que están sometidas nuestras producciones, lo que garantiza la sanidad y calidad de las mismas».

En cuanto a la transmisión al ser humano, es importante recalcar una serie de circunstancias:

  • NO se ha descrito hasta el momento ningún caso de transmisión a través del consumo de carne de pollo. La carga vírica necesaria (que no se obtiene en productos de estas características) y los tratamientos térmicos a los que se somete a la carne ( el virus no resiste las altas temperaturas) dificultan esta transmisión.

  • Todos los estudios genéticos realizados a personas afectadas han demostrado que el virus había saltado directamente desde las aves hasta el ser humano, descartando una transmisión entre seres humanos. Esto viene corroborado por el hecho de que se trata de una enfermedad que afecta a personas en contacto directo con los animales enfermos, como pueden ser veterinarios, matarifes, empleados o familias que trabajan directamente con aves, etc.. Es necesaria una carga vírica grande (especialmente presente en heces, secreciones, etc..) para que se produzca el contagio.

No obstante, COAG considera muy acertada la decisión de la Comisión Europea de prohibir la importación de productos procedentes de Tailandia ya que supone una correcta aplicación del Principio de Precaución, tan necesario en las actuaciones en este ámbito.

Desde esta organización se sostiene además que la política europea de seguridad alimentaria debe basarse en el análisis de riesgos, partiendo de la base de que el «riesgo 0» no existe y de que una buena identificación de los peligros es la fórmula para evitar crisis alimentarias. Teniendo en cuenta esta realidad, consideramos que actualmente no existen motivos para que se produzca un rechazo del consumo de la carne de pollo por parte de los consumidores españoles, que actualmente garantiza unos altos niveles de calidad y sanidad, tal y como ha apuntado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, AESA.

Sin embargo, COAG apunta como necesaria una intensificación de los controles sobre los productos alimenticios, y sobre todo sobre aquellas producciones procedentes de terceros países que deben estar sometidos a las mismas condiciones sanitarias, medio ambientales y de bienestar animal que se exige a los alimentos comunitarios.

Datos del sector avícola.

El sector avícola produce en el Estado español más de 550 millones de pollos al año, dando trabajo a más de 70.000 personas.

Coag

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