El 80% de los datos climáticos mundiales no están digitalizados

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En Europa existen datos climáticos que se remontan al siglo XVII pero “ni siquiera un 20% de la información registrada en el pasado está disponible para la comunidad científica”, asegura Manola Brunet, autora principal del estudio e investigadora del Centro para el Cambio Climático en la URV.

Esta situación se agrava en continentes como África o Sudamérica donde la observación meteorológica no comenzó hasta mediados del siglo XIX. Así lo revela un estudio publicado en Climate Research, que pone de manifiesto la necesidad de la recuperación urgente de toda la información registrada en soportes perecederos.

España, junto a EE UU, Canadá, Holanda y Noruega, forma parte del reducido grupo de países que permite un acceso parcial a los datos históricos del clima. El resto del mundo no pone estos datos a disposición de la comunidad científica o del público general, a pesar de las recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés).

Para superar las trabas políticas y legales que representa la reducida accesibilidad actual, “los gobiernos, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, deberían adoptar una resolución que contemplara abrir los datos históricos del clima”, sugiere la investigadora.

Los servicios meteorológicos de todos los países se enfrentan a la tarea titánica de digitalizar toda la información climática histórica, registrada en papel y almacenada en archivos, bibliotecas y centros de investigación. Esta disparidad de soportes dificulta la accesibilidad, como también lo hace la finalidad con la que fue creado el propio servicio meteorológico.

“Si contáramos con todos los datos históricos registrados, podríamos evaluar con mayor fiabilidad con qué frecuencia pueden ocurrir estos fenómenos en el futuro”, mantiene la experta. Este tipo de información despierta un interés científico, social y también económico ya que, por ejemplo, las compañías aseguradoras fijan sus primas en función de los cambios que se esperan del clima. También los municipios y los gobiernos “quieren conocer las condiciones climáticas y sus futuros cambios para mejorar la ordenación territorial y evitar la urbanización de áreas susceptibles a sufrir inundaciones”, concluye Brunet.

SINC

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