El 82% de 2.405 palmeras estudiadas en el palmeral de Haría (Lanzarote) han tenido algún tratamiento

La decisión de realizar este estudio obedece a la necesidad de identificar, localizar y valorar los problemas de degeneración, pérdida de vigor vegetativo y muertes de algunas palmeras, que se han producido en el palmeral, según apuntó Augusto Lorenzo.



A través de este trabajo, que ha consistido en la elaboración de un censo de palmeras que recoja sus características y problemas, y con el que se pueda plantear acciones concretas para su recuperación; se ha inventariado un total de 2.405 palmeras repartidas en 431,45 hectáreas del municipio de Haría.



Según anunció Augusto Lorenzo, del total de palmeras estudiadas, 123 presentan algún grado de afección fundamentalmente por visosis, ataques por cochinilla y Opogona sacchari, y daños normalmente de origen antrópico, siendo la quema intencionada y los golpes los más importantes.



La mayor parte parte del palmeral está formado por palmera canaria (Phoenix canariensis), si bien también están presentes palmeras como la datilera (Phoenix dactylifera), especies del género Whasingtonia, y una proporción importante de ejemplares híbridos, según manifestó Lorenzo, insisitiendo en que “la identificación de las dos especies de Phoenix presentes en Haría únicamente por sus caracteres morfológicos, resulta complicada y por lo tanto hay que tomarla con cierta cautela”.



Respecto a la distribución de los distintos ambientes estudiados, el 40% de los ejemplares se encontraban en cultivos abandonados y el 20% en cultivos activos, predominado los situados al borde a modo de linderos. Otros ejemplares se encuentran en jardines, borde de carretera o camino, y fondo de barranco, indicó el consejero.



Lorenzo además subrayó que, entre las recomendaciones propuestas, que están encaminadas no sólo a la correcta conservación del palmeral sino también a su mejora paisajística, destacan labores de construcción de alcorque o gorona cuando carezcan de él, reconstrucción de muros caídos, aplicación de fitofármacos, aporte de picón necesario para la retención de la humedad ambiental, y retirada de tronco carente de copa de las palmeras muertas para evitar su desagradable visión o efectuar riegos de mantenimiento.



Respecto a la propiedad de estos ejemplares, el consejero dijo que las palmeras inventariadas pertenecen a cerca de 270 propietarios.



La altura media de estos ejemplares es de 7,8 metros, sesgada a la baja por el gran número de palmeras de reciente plantación que no superan los dos metros; y la mayoría de estas palmeras presentan una copa normal, siendo sólo el 8% las que cuentan con frondosidad muy abundante. Igualmente, el ejemplar más grande que se ha medido alcanza los 28 metros, según anunció Augusto Lorenzo.



El consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial resaltó “la indudable importancia que los recursos paisajísticos de este palmeral supone para Lanzarote, lo que hace necesaria la adopción de medidas para su conservación”.



El responsable del departamento autonómico también hizo referencia al estudio “Identificación de los palmerales susceptibles de tratamientos preventivos o de mejora”, que abarca todos los palmerales del Archipiélago con enfoque orientado a la prevención de incendios, para indicar, en relación a Lanzarote, que “ninguno de los palmerales estudiados se ha calificado como silvestre, estando considerados la mayoría urbanos, representando éstas casi la mitad de la superficie”.



No obstante, según dijo, los agrícolas también tienen buena representación en esta isla. El número de palmeras estimado es de 4.315, en teselas de 288 individuos y 143 hectáreas como media. La densidad es muy baja, de dos individuos/hectárea.



En el municipio de Haría se encuentra uno de los palmerales más emblemáticos del Archipiélago y evidentemente el más importante de Lanzarote. Su extraordinaria belleza confiere al valle un encanto especial muy atractivo para el visitante. Además de su indudable valor simbólico y científico, posee un importante valor económico; y constituye un elemento fundamental del paisaje insular, tanto natural como urbano, muy apreciado por el turismo, principal motor económico de las islas.



La palmera canaria (Phoenix canariensis) es una especie exclusiva del Archipiélago que, en razón de la larga tradición de su aprovechamiento y de su carácter definidor de paisajes, ha sido declarada símbolo vegetal de Canarias. Es una de las especies protegidas de la Flora Vascular, y los palmerales están entre los hábitats de interés comunitario prioritarios.

Gobierno de Canarias

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