Así lo ha adelantado el viceconsejero de Ordenación del Territorio, Fernando González, quien además ha destacado que «la adecuada protección y salvaguarda de los espacios naturales es la única vía para poder garantizar su valor natural».
La Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, donde se compatibilizan la protección de los valores naturales con los derechos y usos tradicionales de la población local, está formada por 146 espacios, entre los que se incluyen los cuatro Parques Nacionales, que en su conjunto constituyen aproximadamente el 40% de la superficie del Archipiélago. Más del 60% de estas áreas cuenta con instrumentos de ordenación, planificación y gestión sostenible. Los planes y normas del resto están en fase de avance, aprobación inicial o en periodo de adaptación al Texto Refundido de las leyes de Ordenación del Territorio y de Espacios Protegidos de Canarias y a la Ley de Directrices. Esta Red es un sistema de ámbito regional en el que todas las áreas protegidas se declaran y gestionan como un conjunto armónico con un propósito común: contribuir al bienestar humano y al mantenimiento de la biosfera mediante la conservación de la naturaleza y la protección de los valores estéticos y culturales presentes.
Del total de 142 Espacios Naturales Protegidos que hay en Canarias, exceptuando los cuatro Parques Nacionales, Tenerife es la que aglutina, con 42 áreas naturales, el mayor número de estos espacios, seguida de Gran Canaria, que cuenta con 33.
Por su parte, La Palma tiene 19 espacios, La Gomera 16, Fuerteventura 13, Lanzarote 12 y El Hierro siete. De ellos, 89 disponen de un plan o norma de conservación aprobada definitivamente. La situación administrativa del resto de espacios está en fase de aprobación de avance, inicial o de adaptación al Texto Refundido de las leyes de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales de Canarias y a la Ley de Directrices.
A este respecto, el viceconsejero de Ordenación del Territorio ha subrayado «el esfuerzo del Gobierno canario por continuar impulsando las labores de conservación, reconstrucción y restauración de los Espacios Naturales del Archipiélago, en un proceso que favorezca una mayor sensibilidad social, entendiendo que restaurar la naturaleza y recuperar territorios para el dominio público de lo ambiental es un proceso para ejemplificar una manera de hacer acción pública, en un proyecto que debe ser socialmente compartido, tanto para la protección como en la gestión sostenible de sus recursos». Para González «es necesario seguir avanzando en esta línea, desde el esfuerzo común de las administraciones públicas y de la sociedad».
Los espacios que conforman la Red Canaria de Espacios Protegidos están sujetos a ocho categorías de protección diferentes, que son los Parques Nacionales, Naturales y Rurales, las Reservas Naturales Integrales y Especiales, los Monumentos Naturales, los Paisajes Protegidos y los Sitios de Interés Científico. Además en la Red pueden incluirse aquellas categorías de rango internacional que designe el Parlamento de Canarias.
En el Archipiélago, los Parques Nacionales (Gararajonay, Caldera de Taburiente, Timanfaya y El Teide) y Naturales (Canarias tiene nueve de estos espacios) son las áreas mejor conservadas, donde la presencia del hombre es menor. En ellos, el uso público y el fomento del contacto del hombre con la naturaleza es por sí mismo el objeto de conservación.
Asimismo, los once espacios definidos como Reserva Natural Integral en Canarias se encuentran en la categoría más restrictiva, ya que en ella se limitan casi todos los usos, mientras que en Reservas Naturales Especiales admite usos científicos, educativos y excepcionalmente de carácter tradicional. Por su parte, los Sitios de Interés Científico (SIC) son áreas puntuales que se protegen para la conservación de un recurso biológico concreto.
La ordenación que prevé la ley para cada una de las Categorías de Protección permite reconocer dónde se harán los mayores esfuerzos de conservación. Así, los parques contarán con un documento complejo y de mayor desarrollo, como son las Planes Rectores de Uso y de Gestión (PRUG). Éstos estarán encaminados a la búsqueda de soluciones de conservación que permitan la mayor compatibilidad posible con actuaciones paralelas de desarrollo socioeconómico, respetando y potenciando los usos tradicionales. Las Reservas Naturales contarán con un Plan Director, que es un documento de ordenación más escueto, orientado sobre todo a la conservación de los recursos naturales que justificaron la declaración de área protegida. Las demás categorías, Paisajes Protegidos, Monumentos Naturales y Sitios de Interés Científico, se regularán por normas más simples: un «Plan Especial» en el primer caso y «Normas de Conservación» en los otros dos.
La Comunidad Autónoma tiene la competencia exclusiva en este campo, por lo que el Gobierno de Canarias es el responsable de las funciones de ordenación, normativa y planificación, mientas que a los cabildos insulares les corresponde las competencias de gestión y conservación. La entrada en vigor de las normas y planes de conservación de un espacio natural protegido se produce cuando se publica en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), si bien esta circunstancia no es aplicable a los Parques Nacionales, cuya declaración la realiza el Estado y su gestión se lleva a cabo de forma compartida entre los gobiernos nacional y autónomo.
GOBIERNO CANARIAS