El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, aprovechó hoy su intervención ante los cerca de 200 compromisarios que acudieron a la asamblea general ordinaria de esta organización para denunciar que el abandono de tierras de cultivo y cierre de granjas se ha disparado en el último año como consecuencia directa de la falta de rentabilidad.
Aguado avaló su afirmación con datos oficiales del propio Ministerio del Medio Rural (MARM), datos que revelan que la superficie citrícola abandonada se duplicó entre 2009 y 2010, que el cierre de explotaciones ganaderas afectó a la cifra récord del 30% de las mismas y cómo en el resto de cultivos mediterráneos –viñedos, fruta de verano o frutos secos- continuó la pérdida progresiva de tierras iniciada hace casi una década.
“Son muchos, cada vez más, los que se ven empujados a arrojar la toalla porque los precios que reciben, no les permiten seguir en la brecha. Las cifras resultan ilustrativas: en los últimos ocho años han dejado de cultivarse alrededor de 25.000 hectáreas de cítricos en la Comunitat Valenciana, lo que representa el 13% de la superficie total”, lamentó el responsable de la organización agraria quien destacó que, sólo en el último año, se dejaron de cultivar 14.000 ha. de agrios. Así lo indica la Encuesta sobre Rendimientos y Superficies (Esyrce) del MARM que además confirma que en ocho años han dejado de cultivarse más de 11.000 hectáreas de viñedo (el 11% de la superficie existente en 2002), casi 10.000 ha de frutales de verano (el 37%) así como casi 38.000 ha. (el 29%) de la superficie de almendros.
El presidente de AVA-ASAJA manifestó a este respecto que “para poner coto a esta sangría es preciso que las administraciones tomen conciencia de la gravedad del problema y sepan lo mucho que se juega toda la sociedad en el envite. Estamos hablando de un sector estratégico que desempeña una función insustituible a la hora de garantizar el equilibrio alimentario y ambiental, así que mucho cuidado con lo que hacemos”.
Según Aguado “las políticas que se han venido aplicando en materia agraria se han mostrado ineficaces” por lo que, argumentó, “es necesario un replanteamiento general, un giro sustancial de esas políticas”.
Los cambios que reclamó el presidente de AVA-ASAJA tienen en la reforma de la PAC que está negociándose en Bruselas el escenario perfecto para empezar a articularse y tomar forma. “Ante todo, resulta indispensable corregir los actuales desequilibrios de la cadena de valor que dejan indefensos a los productores ante los grandes grupos de la distribución. Es preciso aprobar contratos homologados de carácter obligatorio, códigos de buenas prácticas comerciales, un seguro de ingresos, así como revisar los actuales y restrictivos criterios de las autoridades de Competencia con el objeto de allanar el camino a la adopción de acuerdos interprofesionales”. Aguado criticó con dureza los términos del acuerdo comercial pactado entre Bruselas y Marruecos y reclamó que en este tipo de pactos con terceros países se aplique el principio de reciprocidad, que se fijen las mismas normas para los países que van a competir en un mismo mercado.
Por otra parte, el presidente de AVA-ASAJA anunció la puesta en marcha de un proyecto consistente en la adquisición por parte de esta organización de una finca en la localidad de Polinyà del Xúquer para convertirla en un campo de experimentación agraria que haga posible la transferencia de tecnología a los agricultores de manera directa.
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