El aceite de girasol en el mercado tiene todas las garantías de calidad y seguridad para el consumo

Así ha explicado el pasado lunes el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, el fin de la alerta sanitaria que se inició el pasado jueves con la notificación por parte de Francia de la existencia en nuestro país de aceite de girasol contaminado procedente de Ucrania.

El ministro ha añadido que “durante el fin de semana, y en tiempo record, ha concluido satisfactoriamente el proceso de recogida de todo el aceite de girasol del mercado y su reposición con producto libre de sospecha. Nuestros primeros datos provisionales reflejan que se han sustituido al menos 3.500 toneladas de aceite envasado”.

El ministro ha estado acompañado por el secretario general de la Asociación Nacional de Empresas para el Fomento de Oleaginosas Nacional y su Extracción (AFOEX), Jorge de Saja; y por la presidenta del Consejo Nacional de Consumidores y Usuarios, Francisca Sauquillo.

El presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Félix Lobo, y el director de la misma, José Ignacio Arranz, también han participado en la rueda de prensa.

El ministro ha aportado el listado de los productos que a día de hoy los consumidores pueden adquirir en las tiendas con garantías de calidad. Se trata de aquellas marcas que, una vez se ha retirado todo el aceite de girasol del mercado, han certificado que el aceite de girasol que ponen en el mercado no contiene producto procedente de Ucrania.

Ministerio Sanidad

4 respuestas a «El aceite de girasol en el mercado tiene todas las garantías de calidad y seguridad para el consumo»

  1. te pone el pelo de punta con tal explicasion siendo España miembro de uno de bloque mas importante del planeta, no se tiene que tomar de manera explisita dicho problema.pienso que otros pais mas serio tomaria otra decision, al repecto para salvaguardar la salud y la economia de su gente

  2. Es la primera noticia que oigo o leo que hace referencia a las pequeñas superficies.
    Soy dueño de una empresa pequeña que se dedica a la venta al público de alimentos. Los seervicios sanitarios de la Junta de Castilla y León nos visitan con regularidad para inspeccionar nuestras instalaciones y productos.
    A día de hoy 2 de mayo de 2008 nadie nos ha comunicado (ni a nosotros ni a otros establecimientos conocidos) absolutamente nada relacionado con el aceite de girasol, por aquí no ha aparecido nadie para informarnos de nada. Cuando conocimos la alerta por televisión retiramos el aceite y el 29 de abril lo volvimos a sacar a la venta. Desconocemos si «nuestro aceite» procede o no de las partidas ucranianas, pero las autoridades sanitarias del país pregonan a los cuatro vientos que no hay peligro con las botellas que han vuelto a las estánterías. ¿Cómo saben que nuestras botellas no son de las sospechosas si nadie ha comprobado cuáles son las que tenemos y nosotros no sabemos cuáles son las sospechosas?
    Los que vivimos en los pueblos somos tratados por enésima vez como ciudadanos de segunda clase.

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