AVA-ASAJA estima que en sólo unos años el acuerdo de la UE con Marruecos, renovado hoy por el Consejo, provocará la pérdida de más de 15.000 puestos de trabajo directos e indirectos en la Comunitat. Junto a ello, la organización agraria advierte que la práctica liberalización de los intercambios hortofrutícolas con el país norteafricano acelerará el proceso de abandono de campos, que en los últimos ocho años (de 2002 a 2009) ya acumula la exorbitante cifra de 140.000 hectáreas (Ha). Su presidente, Cristóbal Aguado, destaca la “paradoja” que supone que en la misma jornada la UE haya reclamado al régimen de Mohamed VI respeto a los derechos civiles en el Sahara y “se recompense al monarca con más concesiones para consolidar la competencia desleal con el sector hortofrutícola”.
El cálculo realizado responde fundamentalmente al impacto que generaría la apertura a dos cultivos clave, el tomate –del que la Comunitat es el cuarto productor nacional- y los cítricos –el primero-. Las cifras aportadas se corresponden con el valor medido en empleos que generan sendos cultivos así como otros ‘menores’ sin considerar los puestos de trabajo creados más allá del almacén de confección, por ejemplo en el transporte del producto. Así, en el caso de la hortaliza, sólo en nuestra autonomía serían más de un millar los empleos que se destruirían a medio plazo, cuando se hiciera efectivo el acceso a la UE de 285.000 toneladas ‘libres’. En el caso de los cítricos, el impacto de las nuevas concesiones en naranjas –que deja de ser un cultivo ‘sensible’ al eliminarse los contingentes-; mandarinas –para las que también se suprimen los tonelajes máximos- y clementinas –cuyo contingente se eleva hasta las 170.000 toneladas- sería mucho mayor, puesto que pondría en peligro más de 12.000 empleos, 5.500 de ellos de citricultores y el resto procedente de las labores de recolección y procesado.
En cuanto al abandono de campos, AVA-ASAJA augura que sólo en cítricos las nuevas posibilidades dadas al país marroquí provocarían a medio plazo la desaparición de 16.000 hectáreas (Ha). Superficie que se sumaría a las casi 15.000 Ha. abandonadas en los últimos ocho años a causa de la crisis de precios, que el acuerdo seguro agravaría al suponer también la rebaja en un 30% de los actuales precios de entrada.
AVA-ASAJA recuerda, en este sentido, que los cítricos son tras el olivar, el segundo objetivo del llamado ‘Plan verde’, un macroproyecto con el que el Reino Alauita quiere reorientar la agricultura de bajos rendimientos hacia las frutas y hortalizas de regadío. El programa puesto en marcha aspira a duplicar en 2020 la producción citrícola actual de Marruecos, para lo cual se han aprobado incentivos como el pago de 1.070 euros por hectárea (12.000 dirhams) de nueva plantación. “Si aquí ésos mil euros ya serían un apoyo importante, en Marruecos son una fortuna. El Gobierno español y la UE no deberían consentir que a unos centenares de kilómetros de la Comunitat se pueda producir con fitosanitarios proy.bidos en Europa, con costes salariales 10 veces más bajos, sin ninguna cortapisa medioambiental y con ayudas públicas que, directa o indirectamente, pagamos los europeos con los fondos al desarrollo”, denuncia Aguado quien reclama una «marcha atrás» para el acuerdo o que “se arbitren medidas para paliar los daños económicos causados”. De no ser así, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, “castigarán al que hoy es –por delante incluso del automóvil o el azulejo- el primer sector exportador valenciano”.
Por todo ello, esta organización agraria de la mano de la cúpula de ASAJA nacional iniciará esta misma semana una campaña de concienciación entre los eurodiputados que el año que viene tendrá que validar este acuerdo. “No sé cuál será el resultado, pero no será muy complicado que el legislativo europeo demuestre más sensibilidad con el sector hortofrutícola que la exhibida hasta hoy por el gobierno del principal perjudicado por este acuerdo, España”, advierte el presidente de esta organización agraria.
AVA-ASAJA