NOTA de AGPME
La Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) ante la campaña de ocupación de campos de maíz invadiendo la propiedad privada de agricultores aragoneses, reclama criterios razonables basados en la abundante información científica al respecto tanto española como de otros países, para la compatibilidad de los Organismos Modificados Genéticamente (OMG), tradicionales y ecológicos.
Tras ocho años de experiencia en el cultivo transgénico el balance a juicio de los productores es muy positivo. Basta un protocolo de trabajo sencillo para poder compatibilizar todo tipo de agriculturas sin necesidad de imponerse, ni perjudicar a nadie al menos es -a juicio de Esteban Andrés – nuestra experiencia nacional que ha permitido que los maiceros españoles seamos el referente en Europa de la coexistencia entre los cultivos MG ( modificados genéticamente), los ecológicos y tradicionales.
La propia Comisión Europea, en un informe del JRC publicado el 24 de Febrero de 2006, afirma que la producción de cultivos por debajo del umbral de etiquetado es posible con pocos o ningún cambio en las prácticas agrícolas actuales.
Dentro de España, en una zona donde le maíz transgénico ha alcanzado el 42% del total, los expertos de la Generalitat de Catalunya recomiendan como suficiente una barrera de 10 m. con maíz convencional.
Ante la pretensión de endurecer las condiciones del cultivo de los OMG, por parte del Ministerio de Medio Ambiente, el AGPME quiere salir al paso para exigir que la norma de coexistencia prevista no coarte, ni limite las posibilidades de desarrollo de la biotecnología aplicada a la agricultura, que se ha mostrado durante más de ocho campañas como una herramienta eficaz de poder mantener el cultivo de maíz en nuestros regadíos, en aquellas zonas donde el ataque del taladro es endémico con una respuesta en producción , calidad del grano y de valores medioambientales, que ha hecho factible su siembra y la pervivencia del cultivo.
La crisis del sector agrario agravada por los elevados costes de la energía, el abaratamiento del valor de las cosechas en origen, la climatología adversa y las limitaciones medioambientales, obliga a la utilización de tecnologías nuevas que permiten una agricultura innovadora, más productiva, sana y con valores medioambientales añadidos que la sociedad demanda y valora muy positivamente. Es la biotecnología la que aporta estas aptitudes que el AGPME demanda para los agricultores españoles, dentro de la compatibilidad con cultivos convencionales y ecológicos.
El endurecimiento excesivo del Real Decreto de Coexistencia, en lo que respecta a distancias (220 m) , tasas,,… sin razón agronómica alguna y sin atender a las referencias que las campañas y estudios rigurosos están dando, supone en la práctica la imposibilidad de hacer estas siembras de OMG en nuestras explotaciones. Se genera, pues, una enorme contradicción, importamos cantidades ingentes de grano transgénico para todo tipo de consumos y los agricultores españoles no podrán cultivarlo. Hacemos competitivas a otras agriculturas foráneas, mientras la nuestra estaría abocada al cierre.
El AGPME pretende recoger esta inquietud de los productores maiceros y llevar al Ministerio de Agricultura, Ministerio de Medio Ambiente y administraciones en general que intervienen en este campo, la preocupación de un sector estratégico que suministra materias primas de las que somos deficitarios y que permite la ordenación territorial y el asentamiento poblacional en el medio rural.
AGPME