Eurodiputados y expertos tuvieron la oportunidad de explorar los avances científicos y las posibles respuestas políticas ante el calentamiento global, del que el agua sería «causa y elemento regulador».
«Cambio climático y recursos mundiales de agua, con especial énfasis en el desarrollo sostenible, el cambio en el uso del suelo y los bosques» es el tema de la cuarta sesión temática sobre calentamiento global organizada por la comisión del Parlamento Europeo especializada en la materia. La reunión tuvo lugar el martes 29 de enero entre las 15.00 y las 18.30 horas.
Océanos y deshielo
La eurodiputada española del Partido Popular Europeo Cristina Gutiérrez-Cortines, responsable del encuentro, explicó en exclusiva a esta web que «los océanos tienen un papel fundamental en la regulación del clima», aunque al mismo tiempo «los grandes glaciares se están desintegrando, y hay menos nieve en los montes». «El deshielo de una superficie que equivale a tres veces España está generando un cambio en el equilibrio de los océanos, y hay que saber qué impacto va a producir esto», alertó. El agua es un elemento fundamental en el contexto del cambio climático ya que «es tanto elemento regulador, a través de los océanos, como causa, mediante el deshielo», dijo la europarlamentaria.
A su vez, el Profesor John A. Dracup, que también participará en la sesión temática, considera que «el cambio en las temperaturas tiene como consecuencia que la nieve se derrita cada vez más pronto, lo que resulta en que cada año tengamos más agua durante la temporada húmeda, cuando no la necesitamos, y menos en los meses de verano».
Lloverá la mitad
Según datos del programa de la ONU para los asentamientos humanos, para el año 2032 el sesenta por ciento de los habitantes de la Tierra vivirá en regiones con escasez de agua. La Comisión Europea ya apuntó en su Libro Verde sobre la adaptación al cambio climático que hacia el año 2080 el nivel de las precipitaciones sobre la Península Ibérica podría reducirse a la mitad del actual. Menos lluvias y temperaturas más elevadas resultarán en un mayor riesgo de sequía, dificultades para el suministro, olas de calor, incendios forestales y degradación de los ecosistemas, con la consiguiente pérdida de biodiversidad.
Aunque es difícil prever las consecuencias exactas del calentamiento, para los participantes en la sesión temática no cabe duda de que un cambio en el ciclo del agua tendrá un impacto directo sobre el modo de vida y los hábitos de consumo. A todo ello se sumarán, en opinión del Profesor Ricardo Petrella, problemas relacionados con la seguridad. «Los países del Mediterráneo, Oriente Medio y Asia Central corren el riesgo de convertirse en áreas de conflicto en torno al agua».
Máximo aprovechamiento
Cristina Gutiérrez-Cortines se muestra convencida de que «tras la reunión vamos a tener una idea mucho más clara del proceso». En su opinión, «no existe un modelo único de gestión, lo importante es que cada país procure el máximo aprovechamiento del recurso y el mínimo gasto de energía». «No podemos planificar; las posiciones tienen que ser abiertas y dinámicas», agrega, ya que «en relación al cambio climático estamos inmersos en un proceso de ampliación de conocimientos». «En la parte de diagnóstico es importantísimo el papel de la ciencia, para determinar qué ocurre y por qué ocurre», añade.
En cuanto a Europa, señala que «el problema es muy desigual entre unos países y otros, y esa es una de las dificultades para ponerse de acuerdo», por lo que considera que «la adaptación tiene que ser un traje a medida en cada territorio». Además, subraya que «no sólo hay que hacer un uso racional del agua, sino también un uso equitativo, teniendo en cuenta el principio de solidaridad».
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