Consumir niveles de zinc más bajos que la ingesta diaria recomendada podría afectar de manera negativa al organismo, en particular durante el ejercicio físico. Por ello, resulta necesario incluir en la dieta alimentos ricos en zinc, como es el Jamón Serrano, que contiene 2,3 mg de Zinc en 100 g, por lo que su consumo supone un aporte de 15,33% a la ingesta diaria recomendada (IDR).
El Jamón Serrano, por su apreciado sabor, su riqueza en proteínas de alta calidad, su buen equilibrio de grasas y su aporte en minerales y vitaminas del grupo B, puede ser consumido en todo tipo de dietas. Así mismo, resulta adecuado para aquellos grupos poblaciones que cuentan con unos requerimientos especiales, como son los niños, adolescentes, ancianos e incluso deportistas.
El jamón serrano es un alimento con un importante valor nutritivo y una buena fuente de zinc. La ingesta diaria recomendada (IDR) de zinc para un adulto sano es de 15 mg y consumir niveles más bajos de los anteriormente indicados podría afectar de una manera negativa al organismo, particularmente durante el ejercicio físico, según concluye una investigación realizada por el fisiólogo Henry C. Lukaski del Servicio de Investigación Agrícola y director asistente del Centro Grand Forks de Investigación de Nutrición Humana.
Consumir una menor cantidad de la recomendada de zinc podrá tener unas consecuencias negativas para el cuerpo, dada la relación entre una enzima común y cantidades minúsculas de zinc, ya que se piensa que multitud de enzimas dependientes de zinc se encuentran involucradas en respuestas metabólicas claves que regulan el gasto de energía. Una enzima dependiente del zinc es la anhidrasa carbónica, la cual ayuda al cuerpo a depurar subproductos de actividad celular, transfiriendo el dióxido de carbono (CO2) de los tejidos del cuerpo a la sangre y de ésta a las cavidades pulmonares, de modo que el dióxido de carbono (CO2) puede ser expulsado en la respiración.
Según el estudio desarrollado por el Servicio de Investigación Agrícola, de Estados Unidos, niveles bajos de zinc en la dieta impiden la actividad desarrollada por la anhidrasa carbónica en los glóbulos rojos de la sangre. El corazón y el cerebro cuentan con unos sensores químicos que determinan cuánto dióxido de carbono (CO2) se está acumulando en el organismo. Dichos sensores estimulan al cuerpo para que trabajen de manera más ardua.
Para investigar sobre la importancia de la ingesta diaria recomendada de zinc (15mg) y el papel de éste en la disminución del rendimiento del ejercicio físico y de la resistencia a la fatiga, se realizó un estudio con hombres jóvenes activos con edades comprendidas entre los 20 y 40 años. Éstos ingirieron 3,5 mg diarios de zinc durante nueve semanas, lejos de la ingesta diaria recomendada, y se mostró una reducción significativa en su rendimiento físico. Tras un periodo de seis meses, el mismo grupo seleccionado anteriormente realizó ejercicio físico durante nueve semanas recibiendo unos suplementos diarios de zinc de 15 mg. Por el contrario, éstos pudieron desarrollar la actividad física de una manera normal.
Por tanto, el estudio muestra cómo una ingesta menor a la recomendada de zinc afecta a la actividad de la anhidrasa carbónica en los glóbulos rojos de la sangre y en la función del corazón durante el ejercicio físico. Una alimentación y nutrición adecuada resulta fundamental en aquellas personas que realizan ejercicio físico, ya que deben satisfacer las necesidades normales de nutrientes que requiere el organismo para su correcto desarrollo y mantenimiento y además, deben cubrir el gasto extra que se produce con la práctica de ejercicio físico. Por todo ello, es necesario asegurar la ingesta diaria recomendada de los diversos macro y micronutrientes.
En los períodos con un bajo consumo en zinc, el dióxido de carbono no puede escapar y se acumula en las células musculares, en las cuales se acumula ácido y requieren más oxígeno. Por tanto, para evitar un menor rendimiento físico y una mayor fatiga, es fundamental incluir en la dieta alimentos de gran valor nutritivo y ricos en zinc, como es el Jamón Serrano que proporciona 2,3 mg de este mineral en 100 g, por lo que su consumo supone un aporte de 15,33% a la ingesta diaria recomendada (IDR) para un adulto.
Necesidades nutricionales de los deportistas
Los deportistas tienen mayores necesidades que las personas sedentarias, dado que éstos necesitan un aporte superior de proteínas formadoras de tejidos, vitaminas del grupo B entre las que se encuentran la vitamina B1, B2, B6, y niacina, minerales como el zinc y el hierro y carbohidratos.
Los deportistas deben asegurar la ingesta de los diversos macro y micronutrientes, de ahí la necesidad de llevar una dieta sana, equilibrada, variada y adecuada. Por ello, alimentos ricos en proteínas de alta calidad, con un buen equilibrio de grasas y buena fuente de vitaminas del grupo B y minerales, como es el Jamón Serrano, resultan fundamentales en su alimentación.
El jamón serrano: aliado de la actividad deportiva
El Jamón Serrano destaca por su contenido en zinc y hierro, ambos fundamentales para un correcto desarrollo de la actividad física. De igual modo, es rico en fósforo y potasio, y por su modo de preparación también contiene sodio. El hierro forma parte de las células sanguíneas y musculares y su función es transportar el oxígeno necesario para el metabolismo celular. El hierro que contiene el jamón serrano (1,8mg/100g) es tipo “hemo”, caracterizado por su fácil absorción en el organismo. Este alimento también nos aporta el zinc a nuestro organismo (2,3 mg/100g), mineral imprescindible para el sistema inmune, para el crecimiento y desarrollo, entre otras funciones
Fundación Jamón Serrano