La Unión Europea ya ha puesto sobre la mesa los trámites necesarios, regulaciones y detalles técnicos, para aplicar desde 2012 el nuevo «carné por puntos» a los pescadores, una de las novedades el nuevo Régimen pesquero aprobado en 2009 por el que los bancos podrán quedarse sin licencia en caso de que comentan prácticas ilegales de forma reiterada.
El carné por puntos, que entrará en vigor en julio pero que no se aplicará hasta 2012, funcionará de forma que el pescador o armador que vulnere las reglas recibirá un número de puntos determinado y una vez que alcance una puntuación máxima será penalizado con la retirada del permiso. De esta forma se armonizan las sanciones de forma que las infracciones graves acarrearán consecuencias similares en todos los Estados miembros.
El nuevo Reglamento para la pesca permite un control desde el «mar a la mesa» ya que que abarca todas las fases de la cadena de abastecimiento con un sistema de trazabilidad que permite a los inspectores detectar infracciones en cualquier punto de la cadena. El texto establece mecanismos concretos para garantizar la igualdad de condiciones entre pescadores, otros operadores y Estados miembros; contribuye a una mayor simplificación de las normas; generalizan la utilización de nuevas tecnologías; y expone pormenorizadamente los mecanismos a los que puede recurrir la Comisión para cerciorarse de que los Estados miembros cumplen la normativa: mayores competencias de verificación, inspecciones y auditorías independientes, investigaciones administrativas, suspensión o retirada de fondos de la UE y reducción de cuotas y del esfuerzo pesquero en caso de que el régimen de control de un Estado miembro carezca de eficacia.
A fin de facilitar la aplicación de las normas, la Comisión concede ayuda financiera a los Estados miembros cofinanciando algunos tipos de proyectos, especialmente aquellos centrados en las nuevas tecnologías.
Según sostiene la CE, a partir de ahora «será mucho más difícil seguir faenando impunemente» de forma ilegal. Quienes infrinjan la normativa «se enfrentarán a severas sanciones, estén donde estén y sea cual sea su nacionalidad». Y es que, según la comisaria de Pesca María Damanaki, «ya no podemos permitir que una minoría de pescadores, por muy exigua que sea, eluda las normas y no reciba el correspondiente castigo». En su opinión, además de no ser equitativa, «esta pesca ilegal mina el esfuerzo de conservación, trastorna los mercados falseando la competencia, penaliza a los pescadores que sí cumplen las normas, rompe el círculo de cumplimiento y, lo que es más grave, destruye las poblaciones de peces.»
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