El Ceri reintroduce con éxito un pollo de águila real

El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI), ubicado en Sevilleja de la Jara (Toledo) ha reintroducido con éxito en su hábitat natural un pollo hembra de águila real, de nombre “Avellana”, después de haberle sometido a varias intervenciones quirúrgicas y a un largo proceso de rehabilitación física en las instalaciones del centro.

Hace un año “Avellana” fue encontrada, herida e incapaz de volar, por agentes forestales cerca de su lugar de nacimiento en la provincia de Guadalajara. Este hallazgo se produjo gracias a que el ave portaba un transmisor, con el que había sido equipada a la edad de dos meses para estudiar sus movimientos y ayudarla en caso de ser herida.

Tras el hallazgo, el águila real fue trasladada al CERI de Sevilleja, donde el equipo veterinario apreció la pérdida de todas las remiges o plumas primarias del ala izquierda. Las plumas habían sido arrancadas de su base, dañando los folículos donde crecen.

Se inició entonces una carrera en el tiempo para limpiar y reconstruir quirúrgicamente toda la zona de modo que las plumas pudieran volver a crecer lo antes posible y recuperar al águila. Este objetivo se logró en un tiempo récord de seis meses gracias a la cirugía y a los tratamientos farmacológicos.

Tras el alta veterinaria, comenzó una nueva carrera para intentar conseguir que “Avellana” recuperara la musculatura y la condición física perdida por la inactividad.

Para ello, los biólogos del CERI han trabajado otros seis meses, durante los cuales “Avellana” compartió la nave de vuelo con otros pollos de águila real nacidos en cautividad.

El contacto con otros ejemplares de su especie es absolutamente necesario a esta edad tan temprana, ya que las águilas reales desarrollan en este período todo un mundo de relaciones y lenguaje con los de su especie, que será lo que les lleve a reproducirse al cabo de cinco años, cuando alcancen la madurez.

Todo el proceso de recuperación se dio por concluido el pasado 1 de octubre, cuando el águila real alcanzó una musculación suficiente para poder planear en su búsqueda de alimento.

Asimismo, el equipo de biólogos, con la colaboración del naturalista especializado en águilas reales, José Díaz, localizaron un lugar adecuado para su liberación, ya que los primeros días “Avellana” necesitaría comida abundante y la presencia de otras águilas salvajes, que le sirvieran de estímulo.

El pasado 5 de octubre se procedió a la liberación de “Avellana” en su hábitat natural. Previamente, al águila se le colocó un nuevo transmisor, con el que será posible seguir sus movimientos durante cinco años y socorrerla en caso de presentarse algún problema.

Transcurrido algo más de un mes desde la liberación, “Avellana” ha recorrido cerca de un centenar de kilómetros, caza con total naturalidad y se relaciona con las aves de su entorno. Durante este tiempo, las “correrías” de “Avellana” son vigiladas a gran distancia por un equipo de seguimiento que no pierde contacto día y noche.

Este seguimiento se prolongará de forma indefinida, ya que este águila forma parte de un estudio a largo plazo para mejorar las técnicas de reintroducción futuras de este tipo de aves tan valiosas.

JCCM

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