Este es uno de los resultados principales que se desprenden de un sondeo en el que se examinan las actitudes de los ciudadanos con respecto a la agricultura y la PAC. La encuesta, continuación de otra similar realizada en 2006, confirma que la reacción con respecto a los elementos fundamentales del acuerdo de 2003 sobre la reforma de la PAC ha sido predominantemente favorable. La encuesta, que ha corrido a cargo de TNS Opinion en nombre de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, se realizó entre el 19 de noviembre y el 14 de diciembre de 2007[1]. Para ello se llevaron a cabo 1 000 entrevistas personales en cada uno de los 27 Estados miembros de la UE utilizando la metodología del Eurobarómetro estándar.
Los ciudadanos de la UE se muestran mayoritariamente a favor de un elemento clave de la PAC reformada; a saber: el modo en que los agricultores reciben las ayudas. Una mayoría clara (52%) considera positivo que se destinen más fondos para el desarrollo rural y que los agricultores reciban directamente las ayudas en lugar de que se les subvencionen los productos. Este punto de vista recibe más respaldo que la vez anterior (+3 puntos) y supera ampliamente al del sector que considera que el cambio es negativo (12%).
Es más, una abrumadora mayoría de ciudadanos europeos es partidaria del principio de condicionalidad o conjunto de normas sobre medio ambiente, bienestar animal y seguridad alimentaria que los agricultores deben cumplir si no quieren ver reducidas sus ayudas. Dependiendo de las normas concretas de que se trate, ese respaldo oscila entre el 85 % y el 88 %.
La encuesta pone al descubierto asimismo que el precio de los alimentos es uno de los asuntos que cobró más interés el año pasado, como lo prueba el que un 43 % de los encuestados señalara que es prioritario garantizar unos precios asequibles para los alimentos. Este resultado supone un incremento de ocho puntos porcentuales con respecto a la encuesta anterior y es el reflejo de una realidad: la del alza mundial de los precios que se ha producido entre tanto.
La agricultura y las zonas rurales siguen desempeñando un papel de primer orden en la UE, en opinión de los ciudadanos, un 89 % de los cuales —es decir, casi 9 de cada 10— considera que se trata de asuntos clave para el futuro de Europa.
Ese punto de vista queda más matizado cuando se tienen en cuenta las opiniones sobre el presupuesto comunitario destinado a la agricultura. Un 58 % de los entrevistados —aproximadamente 6 de cada 10— considera que ese presupuesto debe mantenerse sin cambios o aumentarse, frente a un 18 % que opina lo contrario. Es más, la parte correspondiente a quienes opinan que el presupuesto debe crecer ha aumentado en 3 puntos.
La encuesta recoge asimismo una nueva serie de preguntas sobre el comercio de productos agrícolas. Un 50 % de los encuestados está de acuerdo con el mantenimiento de los aranceles y contingentes agrícolas, salvo en el caso de las importaciones de países en desarrollo; un 37 % está en desacuerdo con esta idea. Hay que señalar, sin embargo, que todas las importaciones deben cumplir las normas sanitarias y de calidad, exigencia con la que está de acuerdo un 86 % de los encuestados, frente a un 5 % que la rechaza.
Comisión Europea